¿Creías que las noticias sobre el cambio climático no podían ponerse peores?
Resulta que haría que los vuelos transatlánticos sean aún más largos, y los viajeros pueden esperar el doble de turbulencia.
Eso tiene un impacto directo en aviones que que vuelan a 35.000 pies.
2.000 horas más en el aire
Williams estudió la ruta entre el aeropuerto JFK en Nueva York y el Heathrow de Londres.
Encontró que los vientos fortalecidos podrían significar que los vuelos en dirección al este podrían acortarse a cinco horas y media, pero los vuelos en la dirección opuesta aumentarían a más de siete horas.
«Determinamos que los aviones transatlánticos estarían en el aire por 2.000 adicionales cada año», le dijo Williams a CNN.
«Y esto va a sumar 22 millones de dólares a los costos de combustible de las aerolíneas».
Y aunque todos esperamos que el Antipode de Bombardier nos lleve de Nueva York a Londres en 11 minutos, o que el Skreemr haga el viaje en media hora, parece que —al menos para los pasajeros que vuelen hacia el oeste— la espera será mucho más larga.