Legisladores de Utah aprobaron el martes una medida que haría del pelotón de fusilamiento el método de ejecución en el estado si las autoridades no pueden obtener las drogas, cada vez más difíciles de conseguir, para realizar las ejecuciones por inyección letal , informa Tracy Connor en NBC News.
Antes de la votación de 18-10 en el Senado estatal, el gobernador Gary Herbert negó a decir explícitamente si iba a firmar el proyecto de ley, pero señaló que Utah está teniendo problemas para encontrar sustancias químicas para ejecutar a los condenados a muerte.
«Si no se pueden obtener esas sustancias, esta propuesta se aseguraría de que los instruidos para llevar a cabo la orden legal de la corte y la decisión cuidadosamente deliberada del jurado, pueden hacerlo», dijo en un comunicado Herbert, un republicano.
Hay un puñado de presos en el corredor de la muerte en Utah que ya pueden elegir un pelotón de fusilamiento como método de ejecución, ya que fueron condenados antes de 2004, cuando el estado desechó esa opción. El último preso en ser ejecutado por un pelotón de fusilamiento fue Ronnie Lee Gardner en 2010.
Utah es uno de varios estados que procuran alternar los procedimientos de ejecución, porque las empresas farmacéuticas han dejado de vender sus productos a las prisiones para la pena capital. Tennessee trajo de vuelta a la silla eléctrica como una alternativa si fallara la inyección letal el año pasado, pero los presos han presentado una demanda para impedir que se utilice.
«Tenemos que tener una opción», dijo el representante de Utah Paul Ray a los periodistas cuando presentó la versión de la Cámara del proyecto de ley de pena de muerte por fusilamiento.
Varias ejecuciones están en espera en todo el país, bien porque los estados no pueden encontrar los medicamentos o porque los internos están desafiando a los productos químicos aceptados en el protocolo.
La Corte Suprema de Estados Unidos se ha comprometido a escuchar una apelación el mes próximo que va a determinar si tres estados pueden seguir usando un sedante llamado midazolam como el primer agente en un cóctel de tres drogas, a pesar de las reclamaciones de que no protege a los presos de un dolor insoportable.
