Durante el segundo trimestre del embarazo es cuando mejor te encontrarás anímica y físicamente. Muchos de los molestos síntomas del primer trimestre van desapareciendo para dar paso a una etapa más tranquila antes de llegar al tercer trimestre, que es cuando se complicará algo más en relación a molestias.
Pero en esta etapa tan bonita del embarazo puedes sentir contracciones sin que supongan un problema. El cuerpo empieza a prepararse para el parto, por este motivo es posible que empieces a sentir las primeras contracciones. Éstas no deben ser molestas ni dolorosas, simplemente le otorgan algo de flexibilidad a tu útero para adaptarse a tu bebé cada vez más grande.
¿Cuándo pueden aparecer las contracciones?
Las contracciones pueden aparecer entre las semanas 12 y 25 del embarazo. Por lo general son esporádicas y no causan muchas molestias a la mamá gestante. Suelen sentirse en la parte baja del abdomen e incluso alrededor del ombligo, notando una sensación de tirantez y dureza en la barriga.
Las contracciones alrededor del ombligo suelen sentirse sobre todo a partir de la semana 25. En esta etapa del embarazo, el útero asciende hasta ponerse a la altura de la zona del ombligo, por eso se sienten.
El tener contracciones es una buena señal de que el útero se está preparando y colocando en el lugar adecuado para que tu bebé pueda seguir desarrollándose durante el resto del embarazo.
Tipos de contracciones
Es posible que tengas contracciones ocasionales, éstas no tienen porqué crearte ningún problema. Son muchas las veces que se sienten a causa del movimiento del bebé. Se suelen empezar a notar cuando se pasa la mitad del embarazo, hacia la semana 21 aproximadamente.
El reflejo de estos movimientos puede activar las contracciones, pero no son para nada dolorosas. Estoy segura de que si las percibes lo harás gustosamente porque significa que tu bebé está bien.
En cambio, si tus contracciones están acompañadas de dolor y notas que son regulares, por ejemplo cada veinte minutos, deberás alertarte y acudir inmediatamente a tu médico para que vea qué es lo que está ocurriendo.
Fuente: Imujer