Toda una es lo que está viviendo la pretemporada de la NBA. Y es que los celos y las historias de amor han puesto la nota paparazzi estos días en la mejor liga de baloncesto del mundo.
Los protagonistas son el jugador de los Grizzlies, Matt Barnes, y el entrenador de los New York Knicks, Derek Fisher, y Gloria Govan, exmujer del primero y ahora compañera sentimental del segundo. Un triángulo amoroso que ha terminado a puñetazos en la casa de Gloria Govan.
Matt Barnes y Derek Fisher, que fueron amigos y compañeros en Los Angeles Lakers, han roto dicha amistad después de ver como Barnes la emprendía a puñetazos con Fisher en una fiesta.
La historia empezó cuando Matt Barnes condujo 150 kilómetros hasta la casa de su exmujer en Los Angeles, después de enterarse que estaba dando una fiesta en la que estaba Fisher. Una vez allí, el jugador, según informa el New York Post, se peleó con Derek Fisher, que se encontraba en la ciudad después de que el domingo se lo dieran libre los Knicks.
Tras una discusión subida de tono, Barnes y Fisher se enfrentaron a golpes, aunque ninguno de ellos sufrió lesiones de gravedad.