A veces las historias de telenovela se traslandan a la vida real. Y si no, que se lo pregunten al modelo Jeremy Meeks, quien acaba de ser pillado de lo más acarameladito con Chloe Green, la heredera millonaria que en su momento conquistó el corazón de Marc Anthony.
La serie de besitos y caricias tuvo lugar en Turquía, el problema no es el interambio de cariños, sino que él está todavía casado con su esposa, Melissa Meeks. En estas fotos publicadas en la edición de Domingo del Daily Mail, el exconvito de 33 años, aparece abrazando y acurrucándose a la hija del billonario y dueño de Topshop, Philip Green, en un lujoso barco en las cristalinas aguas del país.
La confirmación de su romance la ha hecho la propia joven de 26 años publicando una foto en su cuenta de Instagtram y en la que escribía: “Tan sólo el principio… Apreciamos todo el amor y el odio”. En la imagen la pareja aparece acompañada de de Jim Jordan, mánager del modelo.
Por su parte, Meeks ha publicado algunas instantáneas de estos maravillosos días en el paraíso, pero ni rastro de su nueva chica en ninguna de ellas. Quien tampoco ha comentado nada al respecto ha sido la mujer de Meeks, Melissa, al menos a través de sus redes sociales. Eso sí, todavía se sigue llamando así misma, mujer de Jeremy Meeks en su cuenta de Instagram.
No hace demasiado tiempo, Melissa publicaba una frase que hablaba del verdadero amor y que no denotaba en absoluto crisis alguna en la pareja. “El verdadero amor nunca muere, comienza una y otra vez”.
Parece que desde que Meeks fuera detenido en 20014 y su sexy foto policial se hiciera viral al despertar los instintos de millones de personas, la fama ha sido su mejor aliada. Incluso después de pasar un tiempo en prisión por sus delitos, una agencia de modelos le esperaba con un jugoso contrato y que le ha llevado hasta las pasarelas de la Semana de la Moda en Nueva York.
Por su parte, Chloe fue novia de Marc durante casi un año. La pareja empezó a salir en 2013 e incluso despidieron el año en Puerto Rico. El salsero la paseó por varias alfombras rojas con orgullo pero el romance no cuajó y cada uno siguió por su lado, eso sí, en muy buenos términos.
