El tipo de cáncer de piel más agresivo es el llamado melanoma. Comienza con un tumor maligno en la piel en forma de lunar irregular y avanza rápidamente en el cuerpo, pudiendo llegar a ser mortal.
Existen modos de prevenir la aparición de melanoma, que tienen que ver con disminuir el impacto de los factores de riesgo en cada persona. Veamos cuáles son los factores que aumentan el riesgo de melanoma y cómo reducirlo.
Factores que inciden en el riesgo de melanoma
Piel clara
El pigmento que da color a la piel, la melanina, es un elemento de protección contra la radiación ultravioleta. En personas de complexión muy clara –piel y ojos claros, piel que se quema con facilidad al sol, cabello rubio o pelirojo– hay menor presencia de melanina y por ende mayor riesgo de melanoma. Para prevenirlo, estas personas deberán evitar estar al sol lo más posible y siempre usar filtro de protección solar del factor más alto.
Tendencia a quemarse la piel al sol
Las quemaduras solares de piel del tipo que dejan mancha y ampollas, tienen un efecto dérmico tal que pueden aumentar el riesgo de melanoma. Es importante, si se tiene este tipo de piel, no exponerse al sol por períodos prolongados ni tomar sol en verano, ya que los riesgos son altos.
Tener muchos lunares
Las personas que tienen más de 50 lunares en la piel del cuerpo presentan más riesgo de melanoma. Este riesgo aumenta si se trata de lunares con formas irregulares, que tiene más posibilidad de tornarse cancerígenos. En estos casos, la prevención pasará por revisar periódicamente con un dermatólogo los lunares y estar atentos a cualquier modificación en su forma, tamaño, color o asimetría que pudieran presentar.
Antecedentes familiares de cáncer de piel
Los factores genéticos inciden en el riesgo de melanoma. Es importante tener esto en cuenta para revisar periódicamente la salud de la piel y los lunares, y disminuir la acción de los demás factores de riesgo en casos de personas con riesgo familiar.
Uso de camas solares
Las camillas de bronceado artificial producen emisión de rayos ultravioletas, de modo que su uso regular aumenta el riesgo de melanoma. Es muy importante evitar esta práctica en general, y más especialmente si algún otro de los factores de riesgo están presentes.
fuente Imujer