Alisa y reafirma la piel de todo el cuerpo, manteniendo su hidratación y protegiéndola para mantenerla siempre joven
Con el paso del tiempo la piel se vuelve más seca y tarda más en regenerarse. La granada ayuda a satisfacer las necesidades cambiantes de la piel a partir de los 40. Este fruto reúne importantes propiedades: es reconocida por su excepcional poder antioxidante y es símbolo de belleza femenina.
Un fruto milenario
* La granada es símbolo de la belleza y la femineidad en muchas culturas.
* De origen oriental, se cree que los fenicios la introdujeron en Europa durante las guerras púnicas, de ahí su nombre latino “punicum granatum”.
* Cultivada desde hace más de 5.000 años existen numerosas referencias a ella a lo largo de la historia.
* En la mitología griega, Paris, hijo del rey de Troya, entrega una granada a Afrodita como muestra de su admiración.
* El Corán habla del granado como uno de los árboles del paraíso.
¿Por qué tiene poder anti-age?
– Dentro de las semillas de la granada se encuentra un aceite vegetal muy apreciado para el cuidado de la piel madura. El aceite de las semillas de la granada es rico en sustancias antioxidantes y regeneradoras como los flavonoides y la vitamina E. Estos antioxidantes atrapan los radicales libres en el tejido celular y frenan así el envejecimiento cutáneo. Los radicales libres son moléculas oxidantes y dañinas que tienen un efecto negativo en la célula. Cuanto más madura es la piel menos capacidad tiene de neutralizarlos por sí misma.
– El aceite de la semilla de granada contiene además ácido punícico, una sustancia muy poco frecuente que regenera el tejido de la piel de forma natural.
– Cada granada contiene entre 400 y 800 semillas. Una vez secas se extrae el valioso aceite por primera presión en frío. El aceite de semilla de granada contiene una composición única: ácidos grasos esenciales, vitaminas y antioxidantes que neutralizan los radicales libres causantes de envejecimiento prematuro de la piel.
GRANADA
– Proporciona efecto antioxidante: las semillas de la granada nos regalan un aceite muy nutritivo, rico en principios bioactivos que nos brindan propiedades regeneradoras de la piel.
– Mantiene la hidratación de la piel: además, la reafirma y alisa.
– El aceite de semillas de granada es rico en flavonoides y vitamina E: estas son sustancias antioxidantes que atrapan los radicales libres en el tejido celular y frenan así el envejecimiento cutáneo. Los radicales libres son moléculas oxidantes y dañinas que tienen un efecto negativo en la célula. Cuanto más madura es la piel, menos capacidad tiene de neutralizarlos por sí misma.
– También contiene ácido púnico: una sustancia muy poco frecuente que regenera el tejido de la piel de forma natural.
– Anti-manchas de la piel: los principios antioxidantes del aceite de semillas de la granada previenen el envejecmiento precoz como las manchas provocadas por fotoenvejecimiento.
– Formas de presentación: aceite, cremas de manos y gel de ducha.
– Cómo se utiliza: el aceite de granada se aplica sobre la piel húmeda tras la ducha.
Una tonelada de granadas para un litro de aceite…
La cosecha se realiza a finales de septiembre, cuando las granadas alcanzan su punto óptimo de maduración. Se recogen de forma manual, cuidadosamente una a una. Se seleccionan, se lavan y se cortan. Se separan las jugosas semillas de la pulpa y se dejan secar. Cada granada contiene entre 400 y 800 semillas. Una vez secas se extrae el valioso aceite por primera presión en frío. En promedio se necesita media tonelada de granadas para obtener un litro de aceite de sus semillas.
Fuente: Revistabuenasalud
