Tenemos malas noticias para compartir con los fanáticos de Google, y en particular de Google Glass. De seguro recordarán que corría el año 2012 cuando el gigante de Internet dio a conocer los primeros detalles sobre este gran proyecto: estábamos ante un wearable muy prometedor y prácticamente revolucionario. Por un momento hubo grandes esperanzas e ilusiones, pero desafortunadamente el producto ha tardado demasiado en llegar al mercado, sin mencionar que el costo de la versión Explorer lo puso al alcance del bolsillo de pocas personas. En realidad no es ninguna sorpresa que la compañía haya decidido terminar el programa Explorer, ya que no se estaba logrando el éxito buscado.
Con el fin de Explorer muchos de seguro se han preguntado cuál será el destino de las gafas inteligentes Google. Recientemente, cuando la compañía dio a conocer sus últimos resultados financieros, hubo algunos minutos dedicados al futuro de Glass. De acuerdo con Patrick Pichette, que es uno de los pesos pesados de la empresa, ni siquiera ellos saben qué hacer con el wearable aún.
Pichette indicó que al no lograrse el éxito que esperaban se han visto obligados a congelar el proyecto para pensar en nuevas estrategias. El ejecutivo ha indicado que cuando un proyecto no logra avanzar lo suficiente, pero aún así parece muy prometedor, el desarrollo del mismo se detiene temporalmente para buscar nuevas estrategias. Y por supuesto cuando el proyecto en cuestión no es prometedor, la compañía se ve obligada a cancelarlo para invertir los recursos en algo nuevo.
En pocas palabras, Google Glass permanece en una especie de limbo ahora mismo y su futuro es incierto. Considerando todo lo que ha sido invertido en este dispositivo, es muy poco probable que el gigante de Internet simplemente vaya a desecharlo. El tiempo lo dirá.
