Las avellanas son uno de los frutos secos más recomendados por su alto contenido en ácidos grasos beneficiosos para el corazón. Sin embargo, pocos saben que dentro de esta planta hay muchas más cosas que se pueden aprovechar para mejorar nuestra salud, además de su fruto.
En realidad, en este caso, las hojas de avellano que necesitarás para hacer los ungüentos e infusiones de tratamiento puedes conseguirlas en prácticamente cualquier herbolario, aunque también podrás recogerlas tú misma si conoces algún bosque por tu zona en el que los haya plantados.
Hojas de avellano: tres usos en medicina tradicional
- Exceso de sangrado en la menstruación: Una infusión con 5 hojas de avellano –ya sean secas o naturales– tomada una vez al día disminuyen considerablemente el flujo durante la regla. Se asocian también propiedades calmantes del dolor que se siente esos días, precisamente debido a la abundancia del sangrado. La infusión debe prepararse y tomarse en el momento, y suspenderse cuando se termina la regla.
- Úlceras y Llagas: Si tienes algún problema de este tipo en la piel, las hojas de avellano en forma de infusión aplicada directamente sobre la piel serán de mucha utilidad. Para prepararla, lo que tienes que hacer es precisamente hervir en un litro de agua un puñado de las hojas de avellano secas o naturales con las que te has hecho. Luego, habiendo dejado enfriar la mezcla, la aplicamos directamente sobre la zona con una gasa.
- Tratamientos faciales: El aceite de avellana es uno de los más utilizados en cosmética. Pero si quieres partir de las hojas del árbol, puedes hacer una mascarilla casera triturándolas bien, incluso con la trituradora o en un mortero. Añades a la mezcla un chorrito de aceite de oliva, de crema hidratante o de yogurt natural y tienes una mascarilla antifatiga perfecta para eliminar signos del cansancio.