Iggy Azalea está furiosa con Selena Gomez. La cantante le compró a la ex de Justin Bieber, su mansión de Califórnia, pero ha dicho a sus amigos que la actriz y cantante dejó el inmueble completamente sucio.
«Ella dijo que había guimbas de cigarrillo por todo lado, y en todas las habitaciones había manchas de vino y botellas largadas», dijo el informante, quien agregó que Azalea y su pareja, el jugador de la NBA, Nick Young, decidieron remodelar la mansión para dejarla más de su agrado.