India conmemora este domingo la muerte hace un año de una joven estudiante que murió tras ser violada, un suceso que conmocionó India y puso en evidencia la violencia contra las mujeres así como la pasividad de la policía y de la justicia.
En Nueva Delhi, una concentración con velas está prevista el domingo por la noche en Jantar Mantar, donde se ha erigido un memorial informal en honor de la estudiante fallecida a los 23 años el 29 de diciembre de 2012.
La familia de la víctima acudirá a una ceremonia religiosa en el pueblo de sus antepasados, en el norte del país, lejos de la atención mediática, indicó el hermano de la joven, cuyo nombre no puede ser revelado por la prensa según una ley india.
«Queremos recordarla en tranquilidad, lejos de la agitación. Queremos un acto privado, un momento familiar», declaró a la AFP.
La familia seguirá el rito hindú, con oraciones y ofrendas a los antepasados, para que traigan paz a los difuntos.
Tras una tarde en el cine, la estudiante de fisioterapia y su novio subieron a un autobús en Nueva Delhi. Seis hombres que estaban dentro, que habían tomado el autobús para pasearse por la ciudad, golpearon al joven y violaron salvajemente a su novia, antes de lanzarlos fuera del autobús.
La estudiante falleció 13 días después del ataque, pese al traslado a y las curas realizadas en un importante hospital de Singapur.
Los seis hombres fueron arrestados. Uno de ellos se suicidó en prisión, según las autoridades, otros cuatro fueron condenados a pena de muerte y el sexto, menor en el momento de los hechos, cumple una pena de prisión.
El crimen de la joven, parte de la emergente clase media india, desató manifestaciones masivas en el país, así como un debate sobre la situación de las mujeres y sobre la pasividad de la policía y de la justicia para perseguir a los asaltantes.
El número de violaciones registradas en 2013 debería superar el de 2012 en India, lo que para numerosos defensores de los derechos de la mujer es un indicador positivo, puesto que las mujeres ya no dudan en denunciar.
Sin embargo, las asociaciones de defensa de los derechos humanos, entre ellas, Amnistía Internacional, matizan que esta toma de conciencia se produce únicamente en las ciudades y no en las zonas rurales.
El parlamento indio votó en 2013 una ley que endurece las penas para los autores de violencia sexual pero los tribunales del país todavía actúan con una lentitud poco compatible con el ejercicio de la justicia.
(FUENTE EL LISTIN DIARIO)