Ayer amigos y familiares le dieron el último adiós a José Fernández en una emotiva ceremonia.
Durante el cortejo se contaron numerosas anécdotas que resaltaron la calidad humana del pelotero cubano. Ralph Fernández de Tampa tomó la palabra después de la comunión y dijo: «[José] era un tomador de riesgos», expresó. “Nos ha cautivado por su sonrisa contagiosa y buena apariencia dramáticos. Sin embargo estamos tristes porque él ha sido arrebatado de nosotros demasiado pronto».
“Hay que abrazar a María [Arias] con valor y con fuerza porque ella se enfrenta a desafíos para una pequeña princesa”, dijo.
Según las palabras del agente de Fernández, Scott Boras, el mayor orgullo del joven de 24 años que murió junto a dos amigos, fue comprarle una casa a su madre Maritza Fernández. “¿Puedes creerlo? Yo soy ese pequeño niño cubano y compré una casa a mi madre en los Estados Unidos”.
Aparentemente, el cuerpo de Fernández será cremado.