Tener mucha barriga, la obesidad abdominal, puede afectar al corazón e inducir a la diabetes 2. Es lo que se ha llamado “el michelín diabólico”. Por eso hay que declararle la guerra a la tripa excesiva porque no sólo es estéticamente fea, sino que no es nada saludable. La obesidad central, la que se localiza en la barriga, es más masculina y afecta a uno de cada cuatro españoles aunque no sólo a ellos, lo que se llama “tipo manzana” o androide propio de los hombres y algunas mujeres de más de 50 años, la grasa se acumula en la parte interior de la piel de la barriga y sobre el estómago, hígado, bazo, páncreas e intestinos, que puede causar daños irreversibles como enfermedad cardiovascular (mayor riesgo de infarto y angina de pecho), diabetes 2 y también hipertensión, entre otros, mientras la que se conoce como “forma de pera” es propia de mujeres adiposas y afecta a caderas, glúteos y muslos y no supone más grasa en el espalda y los costados.
El I Congreso Internacional de Obesidad Abdominal, celebrado recientemente en Hong Kong, definió que la forma viene determinada por la genética aunque lo que comemos y nuestra forma de vida pueden modificar ese factor, que una de las consecuencias importantes y más peligrosas es la esteatosis hepática o hígado graso que se suele atribuir al consumo excesivo de alcohol cuando en la mayoría de los casos el responsable es el sobrepeso, que la clásica prueba de la cinta métrica, la circunferencia de la cintura no debe superar los 88 cms. en las mujeres y 102 cms. en los hombres, y que en algunos lugares del mundo los médicos debieran sustituir el fonendoscopio por la cinta métrica. Se estima que los depósitos de grasa visceral superan el 40% de la grasa corporal de los hombres y el 18,3 por ciento de las mujeres.
Para luchar contra la tripa, las claves que propone la Universidad del Colegio Médico de Harvard para ellas son: Dieta, tiene pocos misterios, menos productos de origen animal y grasas saturadas (mantequilla, embutidos, quesos, carnes grasas), mucho cuidado con las grasas “trans” que aparecen como hidrogenadas, y vegetales y son más peligrosas que las otras (patatas “chips”, platos preparados y precocinados, hamburguesería del mercado, algunas margarinas); bebidas azucaradas simples, evitar el estreñimiento, no abusar de bebidas con gas para evitar la dilatación abdominal, regular el consumo de sal.
Ejercicio físico como montar en bicicleta o caminar a paso ligero asociado a un menor aumento de peso entre las pre-menopaúsicas; si toman bebidas destiladas de alta graduación reducir su consumo; evitar o dejar el tabaco; medicación la que mande el médico; y constancia, que va en la disposición de cada uno. Y para ellos comer menos en volumen, y mejor repartido en un buen desayuno y otras cuatro comidas pequeñas, lo que se llama dieta sana y equilibrada; ejercicio que puede ser andar todos los días media hora y con ello evitar el sedentarismo; fuera alcohol y tabaco y sólo un copa de vino tinto en las comidas. Para cuidar el corazón y evitar la diabetes 2 hay que evitar tener mucha barriga.