He tenido la dicha de ver recientemente el documental de Germán Doin: La Educación Prohibida, una película de dos horas y media de duración, en la que se cuestionan los argumentos de la escolarización moderna y la forma en que entendemos la educación, y en la que se visualizan experiencias educativas diferentes, no convencionales, que plantean la necesidad de un nuevo paradigma educativo.
En este artículo te cuento un poco de mi experiencia con La Educación Prohibida.
La Educación Prohibida para verla en compañía
Mi principal recomendación es que no lo veas sólo, el documental La Educación Prohibida es para verlo con la familia, con amigos o colegas. ¿La razón? Inevitablemente querrás discutir y debatir muchos de los temas que se tocan en el documental.
Particularmente yo vi, La Educación Prohibida, junto a mi esposo y mi hija, y aunque duraba dos horas y media, creo que estuvimos sentados casi cuatro horas, deteniendo la película cada tanto y haciendo comentarios sobre lo que veíamos y escuchábamos, enriqueciendo el debate, y es que no podíamos evitarlo. Pienso que de esta forma lograrán sacarle mucho más provecho al documental.
¡Advertencia! Podrías Identificarte con La Educación Prohibida
Personalmente, me sentí sumamente identificada y en muchos casos sentí tristeza al darme cuenta cómo en lo personal, la escuela e incluso mis padres se convirtieron en los asesinos de mis deseos de aprender, de crecer y de “ser”, me convertí en una mala copia de lo que la sociedad espera de nosotros como individuos, y digo “mala copia” ya que no era yo misma, no me sentía identificada con lo que debía ser, porque ser uno mismo, o ser auténtico, no es precisamente lo que se impulsa en las escuelas e incluso en algunos hogares. Afortunadamente pude desprenderme hace algunos años de muchos de esos hilos que me envolvían y me decían qué persona ser, para convertirme en la mujer que quiero ser y que soy efectivamente. El sistema me dañó de tal forma, que hasta no hace mucho fue que pude descubrirme a mi misma, y esta es la realidad para muchas personas.
Esta fue mi experiencia particular, pero estoy segura que así como a mi me aludieron directamente algunos temas, probablemente a ti también te ocurra al ver este documental, así que ya estás advertida(o). Todos hemos pasado en mayor o menor medida por alguna de las situaciones que se plantean en la Educación Prohibida.
El Sistema educativo vigente y la Educación Prohibida
El sistema educativo vigente te dice lo que debes saber, lo que debes hacer y lo que debes pensar; pensar algo diferente es inapropiado e incluso castigado en muchos casos.
La creatividad y el deseo innato de aprender, y la curiosidad propia de los niños resultan aniquilados, cuando no les dejas “ser”, esto se afirma en la Educación Prohibida.
Si bien esto no ocurre en todas las escuelas, porque depende en parte de la voluntad de maestros y educadores, el sistema educativo en muchos casos los lleva a penalizar a quienes piensan y se comportan diferente de lo que se espera.
A esto se le une el sistema de calificaciones, mediante el cual el desempeño de un niño o niña se convierte en una cifra, un número o una letra que lo ubica en una menor o mayor escala entre sus compañeros y en la sociedad, se dice que el niño o niña con mejores calificaciones es mejor, ¿pero quien ha confirmado que eso sea cierto? Muchos jóvenes con excelentes calificaciones, se gradúan y luego no saben nada, no saben lo que quieren e incluso no tienen ninguna habilidad para desenvolverse en el exterior, fuera de los muros de la escuela.
El planteamiento para mí es este: ¿La escuela realmente prepara a los niños y adolescentes para la sociedad y para la vida fuera de la escuela? Yo pienso que no, en la gran mayoría de los casos.