La fruta, ¿antes o después de las comidas?. Es algo muy común que te plantean muchas personas, unos porque han oído que la fruta al mediodía o por la mañana engorda y otros porque dicen que no les sienta bien a la digestión. Desde luego, el mejor momento es por la mañana en ayunas o en todo caso un poco antes de las comidas.
Las vitaminas, minerales, el agua o la fibra, no aportan calorías y mucha agua. Naranjas, limones, pomelos, granadas no son calóricas y si añadimos uvas, kiwi o aguacate, los valores apenas varían. Después de las comidas es un mito que la fruta fermenta en el estómago aunque naturalmente puede haber casos personalizados. La fruta después de la comida estimula la secreción del estómago y ayuda a muchos ha hacer la digestión.
Además, los ácidos de la fruta ayudan a la limpieza de la boca y hay personas que no saben terminar sin comerse una manzana. Las frutas, tres piezas diarias como recomienda la OMS, antes o después de las comidas o mejor con el desayuno ayudan a una dieta sana y equilibrada a niños y mayores, muchas vitaminas A, C y ácido fólico, flavonoides antioxidantes (selenio, zinc, manganeso, cobre) luchan con eficacia contra los radicales libres y otros, fitoquímicos, que protegen de las enfermedades cardiovasculares, diabetes, diversos tipos de cáncer, cataratas degeneración macular, estreñimiento que es muy frecuente, no van a engordar.
A media mañana con tres nueces (omega-3) y una naranja o dos ciruelas, que van en el bolsillo y apenas se notan, son salud para el futuro. La fruta, no se lo pierda.