Comer fruta fresca, en particular arándanos, uvas y manzanas reduce el riesgo de desarrollar una diabetes del tipo 2 y otras enfermedades crónicas –aunque muchos estudios demuestran que la diabetes en general puede ser combatida–. Por el contrario, el consumo de zumo de frutas industriales aumenta el riesgo de padecer esta enfermedad.
Los estudios científicos
Unos investigadores americanos, británicos y de Singapur han estudiado la relación entre la diabetes de tipo 2 y el consumo de diferentes frutas por una parte; y la incidencia del consumo de zumo de frutas por otra. Los datos fueron proporcionados por 187.382 personas (151.209 mujeres y 36.173 hombres) que participaron en tres estudios americanos y que no padecían ni diabetes, ni enfermedades cardiovasculares o cáncer. El consumo de frutas y de zumo de frutas fue recogido a partir de cuestionarios que rellenaron los participantes cada cuatro años, desde los 18 a los 24 años.
A lo largo de los diferentes estudios, más de 12.000 personas (6,5% del conjunto de los participantes) desarrollaron una diabetes de tipo 2. Al ponderarlos con otros criterios (edad, actividad física, ración energética total, etc.), los investigadores encontraron una asociación significativa entre el consumo de algunas frutas y una reducción del riesgo de padecer una diabetes.
El riesgo de diabetes de tipo 2 aumentó en las personas que bebían un buen vaso de zumo de frutas industrial al día, comparándolo con los que bebían menos de un vaso a la semana. Los zumos de frutas suelen presentar un índice glicémico elevado (un índice de clasificación de los alimentos basado en sus efectos sobre la tasa de glucosa en sangre) y menos nutrientes beneficiosos que los zumos de frutas frescas.
Beneficios de la fruta fresca contra la diabetes
Como hemos visto, hay muchos beneficios de la fruta fresca para prevenir la diabetes. Entre las mejores frutas están los arándanos, seguidos de la uva y las pasas, las ciruelas pasas, las manzanas, las peras, los plátanos, y los pomelos. Por el contrario, el consumo de fresas y de melón podría aumentar el riesgo de padecer una diabetes.
Contrariamente a otros estudios, los investigadores no demostraron la relación existente entre el consumo de frutas frescas con un índice glicémico alto (como es el caso del plátano o de la uva) y un riesgo creciente de padecer diabetes.
En conclusión, reconociendo ciertos límites a este estudio, como la dificultad para aislar el consumo de ciertas frutas, los investigadores estiman que queda demostrado que el consumo variado de frutas frescas –concretamente de arándanos, uvas y manzanas– puede prevenir la aparición de una diabetes.
Fuente Imujer