La micronutrición es una alternativa reciente que pretende aportar a las células los micronutrientes –ácidos grasos, vitaminas, oligoelementos, aminoácidos.de los que tiene específicamente necesidad. Por ejemplo, para el intestino, se recurre concretamente al magnesio y a la glutamina.
La flora intestinal cuenta con miles de millones de bacterias que participan en la digestión de los alimentos y en el refuerzo del sistema inmunitario. Cuando se ve perturbada por la diarrea o el estreñimiento, es posible equilibrarla con aportes en prebióticos y probióticos. Hoy te contamos un poco más sobre estas alternativas naturales para combatir el estreñimiento, ¿quieres aprender más?
1. Los prebióticos
Los prebióticos son moléculas no digeribles que transitan a lo largo de los intestinos, donde proporcionan un soporte y una alimentación adecuada a la flora bacteriana. Dicho de otra forma, las fibras que están justamente en la base de todo programa para combatir el estreñimiento. Más allá de los 5 gramos de fibra recomendado al día; el micronutricionista, a través de un acercamiento cualitativo, aconseja favorecer la insulina y los frutos oligosacáridos (FOS): la alcachofa, la achicoria y el espárrago los contienen de manera natural.
2. Los probióticos
Los probióticos son las bacterias «amigas» de la flora intestinal. Estos concentran la proliferación de gérmenes patógenos y participan en la síntesis de ciertas vitaminas (B y K). Los probióticos están naturalmente presentes en el chucrut o la leche fermentada, en mayor cantidad que en los yogures. Pero a la hora de reforzar las defensas de la flora intestinal, es mejor recurrir a los complementos alimenticios.
Los probióticos de calidad, conforme a las recomendaciones sanitarias, se ofrecen en farmacias, parafarmacias, tiendas de dietética… Lo ideal es dejarse aconsejar por un especialista, puesto que el complemento alimenticio debe adaptarse en función de las propias necesidades y de su campo inmunitario.
3. Los masajes
Haciendo una presión suave dando vueltas alrededor del ombligo en el sentido de las agujas del reloj, el masaje del vientre acompaña naturalmente el tránsito y aporta una relajación de la tirantez. Este movimiento, que lo puede realizar cada persona, se encuentra en todas las disciplinas de masaje: californiano, relajante, indio…
Lo aconsejable es aplicar una presión con los índices de cada lado del ombligo y mantener los dedos hundidos unos diez segundos, sin provocar dolor, e inspirando y expirando tranquilamente. Este ejercicio se debe repetir varias veces.
Fuente: Imujer