Levadura de cerveza, su uso en la medicina natural se conoce desde hace miles de años y en el papíro de Ebers primer documento de la historia de la medicina en el antiguo Egipto, se decía de un “poso” o “barrillo” que se daba en la cerveza para aplicaciones médicas.
La levadura de cerveza es un hongo microscópico, Sccharomyces Cerevisae, que se encuentra en estado natural en la piel de algunas frutas y en el mosto de cerveza y queda depositada en el fondo de los tanques de maduración y almacenaje de la cerveza en frío.
La levadura de cerveza es un complemento alimentario extraordinario de sabor amargo, contiene muchas proteínas con una alta proporción en aminoácidos esenciales, buenos carbohidratos, pocas grasas y sodio, muy rica en vitaminas del complejo B (tiamina, riboflavina, niacina, acido pantoténico, ácido fólico y B 6, trazas de B12, y minerales como selenio, cromo, fósforo, potasio, magnesio, hierro y ácido alfa-lipóico.
Es un alimento extraordinario y la mejor fuente de vitaminas del grupo B, muy rica en proteínas de alto valor biológico, en ácido fólico y minerales como selenio un poderoso antioxidante para luchar contra el cáncer y cromo buen regulador de la glucosa en sangre (solo se debe tomar bajo control médico) y ácido lipoico que contiene azufre bueno para determinadas reacciones de defensa del organismo.
Se vende en farmacias y centros de dietética como suplemento vitamínico, para enriquecer harinas y alimentos concretos, excelente aporte de aminoácidos y fuente fácil de ácido fólico, selenio y cromo. Refuerza el sistema inmunitario, restaura la flora intestinal, mejora el sistema nervioso protege el hígado en sus complejas funciones y refuerza la salud de la piel, uñas y cabellos, según reconoce la prestigiosa Comisión E alemana. Buena para adolescentes y mujeres gestantes.
Las personas con insuficiencia renal, gota o cálculos de ácido úrico y dietas muy ricas en proteínas y fósforo que son dos factores de riesgo de osteoporosis, deben evitar la levadura de cerveza.