La diarrea es la evacuación intestinal de heces flojas y líquidas. Puedes llegar a ir al sanitario tres o más veces al día. Puede ser aguda, persistente o crónica. La diarrea aguda es más común que la diarrea persistente o crónica. La deshidratación y la malabsorción pueden ser complicaciones de la diarrea.
Por eso debes consumir alguno de estos alimentos y así evitar la deshidratación.
Agua de arroz
El arroz tiene la capacidad de combatir contra la diarrea gracias a su alto contenido en electrólitos que evitan la deshidratación y regula el tránsito intestinal.
Para preparar la toma es necesario: 4 litros de agua y un taza de arroz.
En una olla, se deberá hervir el agua con el arroz durante 20 minutos, para luego ser colado y envasado en una botella. Seguido de esto, dejar reposar hasta que el agua tome un temperatura ambiente para su consumo. Se puede ingerir hasta tres tazas por día.
Jengibre
Si la diarrea es producida por una intoxicación alimentaria, el jengibre es la mejor opción debido a que puede reducir los calambres y dolores abdominales.
Para realizar el té es necesario: 1 rodaja pequeña de raíz de jengibre, 250 ml de agua (1 taza) y una cucharada de miel (opcional).
Para su preparación, se dispondrá una olla para hervir el agua junto a las rodajas de jengibre durante 15 minutos, luego retirar del fuego y dejar reposar por 10 minutos para ser colada y endulzada al gusto. Se recomienda beber lo más caliente posible.
Té de manzanilla
Las flores de manzanilla poseen muchas propiedades medicinales, además de ser una planta que alivia significativamente los nervios y la ansiedad. En relación con la diarrea, tiene la habilidad de desinflamar los intestinos y es antiespasmódica, calma las convulsiones.
Su preparación consiste en poner a hervir durante 15 minutos la manzanilla en un olla con agua, para luego colar y dejar reposar hasta que tome una temperatura ambiente.
Consumir zanahorias
Esta verdura aporta agua para reducir la deshidratación y garantiza una buena dosis de potasio, calcio, fósforo y magnesio, convirtiéndola en una excelente opción para mantener al cuerpo en un balance nutricional.
Su consumo puede ser mediante purés, sopas o hasta puede comerse cruda.