MADRID (AP) — A Francisco Sánchez Gómez le llamaban cariñosamente Paco, el de Lucía. La manera que tenían de identificar a tanto Paco en su barrio era añadiendo el nombre de la madre. Así nació uno de los mayores virtuosos de la guitarra española, un revolucionario del flamenco.
Paco de Lucía, grande de grandes en su país y más allá, murió de un infarto durante unas vacaciones en Playa del Carmen, México, el martes por la noche (miércoles en España). Tenía 66 años.
El procurador del estado de Quintana Roo, Gaspar Armando García, dijo a la cadena Enfoque Radio que el guitarrista llegó con vida al hospital del lugar, donde falleció alrededor de las 19:15 horas local del martes (0115 GMT, miércoles en España).
El funcionario añadió que la causa de muerte fue infarto agudo al miocardio. «El dolor ya tiene fecha», dijo su familia en un comunicado. «Paco vivió como quiso y murió jugando con sus hijos al lado del mar».
Merecedor de numerosas condecoraciones y premios, al artista se le atribuye un papel decisivo en la modernización de un arte esencialmente popular.
Nacido el 21 de diciembre de 1947 en el seno de una familia de vocación artística, De Lucía y sus cuatro hermanos se criaron en uno de esos barrios gitanos de Algeciras, donde las penurias de la vida se cantan en flamenco. Su idilio con la guitarra empezó casi desde la cuna.
Su padre Antonio Sánchez, con fama de hombre estricto, malvivía como vendedor ambulante de telas de día, mientras tocaba la bandurria de noche. Todos se buscaban la vida. Dejó los estudios a los 11 años, porque no había dinero para costear la escuela.
A los 12, ya bajo el nombre de Paco de Lucía, empezó a pisar los tablaos flamencos junto a su hermano mayor en un dúo al que llamaron los Chiquitos de Algeciras.
La destreza con las cuerdas que le había inculcado su padre pronto llamó la atención. Grabó varios discos junto a su hermano, pero el gran suceso llegó a finales de los años 60.
De Lucía se convirtió en el guitarrista acompañante del cantaor Camarón de la Isla (1950-1992) en una de las uniones más celebradas en la historia del flamenco. Publicaron una decena de discos en los que mezclaron el estilo más puro con la música popular, el jazz y la salsa.
«Yo soy un purista dentro de mi aureola de revolucionario, vanguardista o creador», dijo De Lucía en una entrevista en 2004. «Lo que no tengo es la obediencia que siguen los puristas, pero sí el respeto que merece la esencia, lo antiguo, lo válido. La memoria».
Artista de carácter bohemio y muy introvertido, la ruptura con Camarón dio inicio a una carrera en solitario en la que sumó más de 30 discos. Ofreció centenares de conciertos y recorrió el mundo entero de recital en recital con su guitarra.
Su rumba aflamencada «Entre dos aguas», compuesta en 1973, permaneció 20 semanas consecutivas en lo más alto de la lista de éxitos española.
Modernizó algunas estructuras básicas de la actuación flamenca, con cuadros de seis artistas y no dos, como era tradicional, sobre el escenario. También versionó obras de música clásica como el «Concierto de Aranjuez», del maestro Joaquín Rodrigo.
La muerte de Camarón en 1992 lo sumió en una profunda depresión. De hecho pasó varios años alejado de la composición y los escenarios.
Cuentan los que le vieron actuar que era imposible no emocionarse con su talento y la forma que tenía de rasgar las seis cuerdas. Guitarristas como Eric Clapton y Mark Knopfler, de Dire Straits, mostraron reiteradamente en público su admiración por Paco de Lucía.
«Yo siempre he visto que, cuanta más técnica tengas, te resulta más fácil poder expresarte. Si te falta técnica, pierdes libertad para crear», señaló De Lucía en una ocasión.
«Un guitarrista tiene que tener más que ritmo, aire», añadió. «El aire es fundamental».
El mismo año de la muerte de Camarón, De Lucía fue reconocido con la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes. En 2004 recibió el Premio Príncipe de Asturias de las Artes y en 2010 un doctorado Honoris Causa de la prestigiosa Universidad de Música de Berklee en Boston, Estados Unidos — el primer español en lograrlo.
Aunque fue más conocido por el flamenco, también experimentó con otros géneros musicales. Uno de sus discos más conocidos en Estados Unidos es «Friday Night in San Francisco», que grabó en 1981 con los guitarristas John McLaughlin y Al Di Meola.
Su último álbum de estudio, «Cositas buenas», le mereció en 2004 el primero de dos Latin Grammy. El segundo lo obtuvo con la producción «En Vivo» de 2012.