Al “glorioso PRD” sólo le faltaba el empujoncito final que le dio esta semana la reunión de su Comisión Política y la convocatoria a una convención diferida para quedar definitivamente dividido en dos mitades casi iguales que irá cada una por su lado a las elecciones del dieciséis.
Desde antes de esa reunión el expresidente Hipólito Mejía estaba decidido a proponer un bloque electoral opositor al margen del perredeísmo con el aliento de un sector beligerante de la prensa nacional que se está ocupando personalmente de aglutinar voluntades.
Ese propósito ha cobrado fuerza después que los seguidores de Mejía en el PRD rechazaron participar en la convención convocada por Miguel Vargas anticipando que se trataría de un matadero electoral que no legitimarán con su presencia. También adelantaron que no impugnarán la convocatoria ante las altas cortes por estimar que están parcializadas.
En semejante escenario el grupo de Mejía queda sin alternativa porque las únicas instancias donde puede reclamar la supuesta ilegalidad de la convocatoria de la Comisión Política y objetar su resolución sobre la convención, es el Tribunal Superior Electoral y luego el Constitucional.
Al no hacerlo la única solución que le queda es formar tienda aparte, lo mismo que hace rato recomendó Hugo Tolentino Dipp y no le hicieron caso.
En un documento leído el pasado jueves en rueda de prensa por la doctora Milagros Ortiz, el grupo de Mejía reiteró que el 23 de febrero próximo celebrará “la convención” del PRD y escogerá ese día a sus nuevas autoridades. Es obvio que esa reunión se celebrará al margen de los estatutos de ese partido que establece las normativas para las convocatorias a sus convenciones ordinarias y extraordinarias.
La Comisión Política celebrada el martes con la presidencia de Vargas, nombró la comisión organizadora de la convención y trazó un calendario de actividades que iniciará el 23 de febrero y culminará en junio con la escogencia de los nuevos dirigentes para proclamarlos en el mes de julio.
Una división inevitable La división en el PRD se hizo ya definitiva e inevitable. La salida de Hipólito Mejía y sus seguidores parece ser la única alternativa ante los hechos incontrastables de que Vargas tiene el control de la institucionalidad partidaria en posiciones que han sido refrendadas primero por el Tribunal Electoral y luego por el Constitucional.
La última decisión que afecta las posiciones de Mejía y su gente la emitió esta misma semana el Tribunal Constitucional al fallar dejando sin efecto el recurso de amparo de la Novena Sala Penal para que la señora Geanilda Vásquez fuera reincorporada como secretaria de Organización del partido.
Consideró que esa sentencia a favor de Vásquez se emitió fuera de jurisdicción por cuanto todo lo referente a los conflictos contenciosos de los partidos políticos corresponde juzgarlo al Tribunal Superior Electoral de conformidad con la Constitución del 2010. En consecuencia, suspendió el amparo a favor del reintegro de Geanilda.
Viene otro contra Hipólito La Tecla supo que al final de esta misma semana el Tribunal Constitucional también falló en contra de Hipólito un recurso de oposición presentado a través de sus abogados contra el fallo del Superior Electoral refrendando su expulsión del Partido Revolucionario.
La sentencia se aprobó con un solo voto disidente, de la jueza Katia Miguelina Jiménez, y la inhibición de otro, pero fue sancionado por el resto de los miembros del alto tribunal.
El pasado viernes la sentencia estaba en proceso de redacción final para ser firmada y evacuada. Se dará a conocer oficialmente en los primeros días de la próxima semana.
Será el tercer acontecimiento de los últimos diez días contra los intereses del grupo de Mejía en el PRD, que a partir de ahora se verá precisado a adelantar sus planes de montar tienda aparte y tratar de formar el bloque electoral opositor convocando fuerzas políticas contrarias a los intereses de la dirección de su viejo partido.
El sector institucional del PRD se ha cuidado de tomar todas las providencias legales antes de tomar decisiones trascendentes que puedan ser cuestionadas ante las altas cortes.
En una comparecencia reciente en televisión, Vargas explicaba que todas las decisiones que ha adoptado el PRD en los últimos tiempos se han hecho después de largas jornadas de trabajo con un equipo de juristas en materia constitucional que le asesora, encabezado por el doctor Eduardo Jorge Prats.
Para la reunión de la Comisión Política del pasado martes se convocó de acuerdo a lo que disponen los estatutos partidarios y se levantaron actas con el quórum reglamentario a partir de las listas de los miembros de ese organismo depositadas en la Junta Central Electoral.
“En todas las decisiones hemos seguido el debido procesoÖ Con calma, sin apresurarnos, paso a paso y discutiendo largamente cada término jurídico para no incurrir en ninguna violación estatutaria”, declaró el presidente perredeísta.
¡Hatuey… otra vez! El Partido Revolucionario Social Demócrata, de Hatuey De Camps, y un sector del Falpo han sido constatados por un periodista que alienta la división en el PRD y ambos parecen estar dispuestos a incorporarse al bloque que llevaría de candidato presidencial a Hipólito Mejía en las elecciones del 2016.
A Hatuey lo visitó ese periodista en su residencia para proponerle el plan, Se trata de un viejo periodista vinculado por muchos años al PRD y que en el último proceso electoral estuvo muy cerca del candidato Mejía, con quien hasta llegó a negociar una embajada europea.
La propuesta consiste en la formación de una alianza opositora que incluya grupos y figuras de todas las orientaciones políticas, ideológicas y sociales. “La idea es marginar al PRD de Miguel Vargas y motorizar un movimiento opositor que debilite sus posibilidades electorales”. Su principal promotor tiene también vieja militancia en grupos de la sociedad civil, por lo que trata de convencer a sectores ubicados en el radicalismo antipeledeísta para la conformación del frente opositor.
(+) ¿Y ENTONCES QUE PASARÁ CON LUIS ABINADER? El sector de Luis Abinader no correrá el albur de esa aventura. Primero porque su decisión es ser candidato presidencial del PRD, no irse del partido a correr una suerte incierta con organizaciones y dirigentes díscolos que antes del primer año estarán desertando de la proyectada alianza, como han hecho otras veces.
Hipólito es diferente. Porque Hipólito no tiene futuro y si fallan sus posibilidades de ser candidato del PRD como proyecta la situación de hoy, lo lógico es que trate de nuclear una fuerza alternativa que le abra la posibilidad de agotar una última oportunidad.
En cualquier escenario, en las elecciones del dieciséis Hipólito Mejía estaría tirando su último cartuchazo.
Quienes le asesoran insisten en que todavía hay tiempo para articular un proyecto presidencial alternativo al PRD con posibilidades de derrotar al oficialismo y al PRD juntos… Pero está claro que tal potencialidad está siendo sobreestimada, además de que el plan resulta antihistórico.
(FUENTE EL LISTIN DIARIO)