¿Se le acumulan las metas incumplidas cada fin de año y esto le agobia o le deprime? ¿Piensa que el mundo conspira para arruinar todo cuando se propone hacer? ¿O cree que sus metas son muy difíciles de conseguir porque no cuenta con recursos suficientes? No se aflija y plántele cara a los motivos que le impiden realizarlas.
Muchos de los propósitos que animan a las personas a enfrentar un nuevo año se quedan en los diarios, en las agendas y en los pensamientos de las que no encontraron los medios ni la voluntad para iniciarlos o completarlos. Si se encuentra en el último grupo, puede que un cambio de actitud le ayude a encauzar esas metas que está seguro le harán una persona feliz.
¿Por qué un cambio de actitud? Porque el secreto de encontrar la felicidad tal y como la imaginamos y la esperamos, como insinúa Joseph O’Connor en “Grandes soluciones para problemas que nos complican la vida” (Amat, 2010), podría estar en cómo piensa su vida.
El respetado emprendedor y formador en Programación Neurolingüística (PNL) dice que, en ocasiones, la vida es tan sencilla como parece, que lo que ves es lo que recibes.
“Sin embargo, gran parte del tiempo, la vida parece complicada. No podemos hacer lo que queremos o cuando sí lo hacemos no resulta como queríamos. Nos perdonamos oportunidades y nos comprenden mal. La gente no hace lo que queremos que haga. A veces, ni siquiera nosotros sabemos lo que queremos. La voz de la razón nos susurra por un oído y nuestros sentimientos tiran de nosotros por el otro”, afirma O’Connor.
Agrega que el ser humano busca la felicidad como si fuera algo que está ahí fuera escondido en la maleza y probablemente bien camuflado. Y sostiene que es tan fácil pensar: “Sólo con que hubiera tenido ese amigo/pareja/trabajo/ropa/dinero, sería feliz”, cuando conseguir lo que quiere puede que le satisfaga pero puede que no le haga feliz.
“El secreto reside en cómo pensamos en nuestras vidas, suceda lo que suceda”, escribe O’Connor.
Hay un ejemplo del autor que podría ayudarle a lograr aquello que se propone. Sostiene O’Connor que quizá conocemos personas que viven siempre en el presente, con las que estar es divertido porque no planean nada, no piensan en el futuro, no reflexionan mucho en lo que quieren hacer, acostumbran a llegar tarde a las citas y están siempre en lo más reñido de la acción. Y están las personas opuestas, aquellas que piensan y planean cada movimiento, que son cuidadosas, que guardan para el futuro y acostumbran a llegar puntuales a cualquier cita.
“Si quiere pasarlo bien únase a la primera clase de persona. Si quiere invertir su dinero, siga a la segunda clase de persona”, aconseja.
((¡Anímese y salte!
Consejos para iniciar el año
+01 Ensaye. Según O’Connor, ensayar mentalmente lo que usted quiere que suceda también prepara su mente y su cuerpo para hacer que suceda. “Puede que piense que imaginarse el éxito no es nada realista. Bueno, es tan realista como imaginarse el fracaso. Usted no sabe qué es lo que va suceder, así que todo lo que puede hacer de antemano es asegurarse de que todo marcha lo mejor posible”.
+02 Prográmese. “Una meta es la programación de un resultado con el que estoy comprometido a lograr. Sólo cuando dirigimos nuestros pensamientos, sentimientos y acciones hacia metas conscientes y realistas tenemos la dirección de nuestra vida”, dice José Alberto Santos en su libro “Un nuevo comienzo”. El autor invita a evitar la improvisación, el desorden y el culpar de nuestros pobres resultados al destino. Una persona que no programa su progreso, sigue Santos, se quedará en el nivel de las buenas intenciones, “sin modificar positivamente su situación y mucho menos sin acceder a su potencial y contactar la excelencia”.
+03 Sea específico. John C. Maxwell lo resume de esta forma en “El mapa para alcanzar el éxito”: “La clave para hacer que una meta sea alcanzable es hacerla específica. Piense en lo que ocurriría si fuera a un restaurante y dijera al mozo que le recibe el pedido: ‘Quiero comida, por favor’. Nadie puede decir lo que recibirá. Lo mismo aplica al establecer una meta. Tiene que detallar lo que intenta hacer. Si la meta es grande, divídala en tareas más pequeñas, manejables”.
+04 Sea realista. También sugiere Maxwell no identificar como metas algo que esté fuera de su control. “Por ejemplo, muchas personas dicen que su meta es ganar la lotería. O dicen que su meta es que su cónyuge los trate mejor, pero no tienen ningún control sobre estas cosas. Para que sea legítima, debe tener el poder para alcanzarla y ponerla en acción”.
+05 Concéntrese. En “Tú decides tu vida”, Patricia Diane Cota-Robles resume los siete pasos de la visualización creadora de esta forma: 1) Establezca su meta u objetivo. 2) Tenga el objetivo muy claro en su mente, con todo detalle. 3) Escriba el objetivo en una hoja de papel. 4) Visualice su objetivo ya alcanzado. 5) Concéntrese en él con frecuencia. 6) Envíe energía positiva. 7) Experimente la exaltación del logro y del éxito.
+06 Anímese y actúe. Como dice Juan Luis Urcola Tellería en “Acertar a vivir” (ESIC, Editorial): “Sin propósitos, sin metas en la vida, los días terminan en la desintegración física, mental, emocional y espiritual del ser humano”.
