El papa Francisco buscó el jueves reconfortar a los filipinos tras el mortífero tifón que azotó las islas.
Francisco dijo a los filipinos que viven en Roma que ofrezcan lo que llamó «la oración del por qué», que significa preguntar a Dios «por qué» tal como hacen los niños a sus padres, sin esperar respuestas.
«Yo les acompaño en la oración del por qué», dijo el pontífice.
Francisco asistió a una misa en la Basílica de San Pedro que fue presidida por el arzobispo de Manila, cardenal Luis Tagle. Durante la ceremonia bendijo un mosaico de san Pedro Calungsod, un mártir filipino del siglo XVII.
El Papa dijo haber oído que «vuestro pesar es fuerte, pero el pueblo también es fuerte» después del tifón.
(FUENTE EL LISTIN DIARIO)