Los pólipos de colon son una anomalía de la mucosa del colon que se parecen a pequeñas bolitas con un pie, y miden entre dos milímetros y algunos centímetros. En el momento de su detección, los pólipos pueden ser de tres tipos: un pólipo sin riesgo de cáncer, un adenoma es decir, el estado anterior al cáncer o un pólipo cancerígeno.
Las causas del pólipo de colon
Los pólipos de colon pueden tener un factor genético, y en ese caso se habla de poliposis familiar o enfermedad de Lynch. En efecto, ciertas personas están genéticamente predispuestas a desarrollar adenomas y cánceres. Este factor genético concierne a alrededor de un 3% de los cánceres.
En la mayoría de los casos, están relacionados con la evolución en el tiempo de las células de la superficie cólica. Estas células se renuevan muy rápido (cada tres días), anomalías genéticas que estadísticamente tienen muchas probabilidades de aparecer, favoreciendo la formación de un adenoma. Alrededor de un 30% de las personas con más de 60 años tienen adenomas de colon.
Por su naturaleza, ciertos adenomas pueden progresar hacia un cáncer colorrectal. Se agrandan y se convierten en «graves» al cabo de varios años, hasta finalmente convertirse en cáncer.
Síntomas del pólipo de colon
Los pólipos de colon no causan por lo general ningún tipo de síntoma. A veces, si se trata de pólipos muy grandes, pueden conllevar sangrado o algún tipo de dolor.
Cada personas puede sufrir algún pólipo de colon, pero ciertos factores aumentan el riesgo de verlos aparecer. Es importante tener un peso normal, practicar alguna actividad física, llevar una alimentación equilibrada, y evitar el tabaco.
Para las personas sin antecedentes personales o familiares, una detección a tiempo es recomendable a partir de los 50 años. El test Hemoccult consiste en buscar la presencia de sangre en las heces. El análisis de heces se efectúa en laboratorio.
Si el test da negativo, no es necesario realizar ningún otro tipo de examen. Sin embargo, es imperativo renovar este test cada dos años. Si el test da positivo, es indispensable practicar una colonoscopia. Esta exploración, realizada con anestesia general, consiste en introducir por vía anal un endocopio flexible equipado con una cámara. Esta exploración permite visualizar las paredes del colon y con ayuda de una pinza, tomar algunas muestras para su análisis histológico (análisis de los tejidos).
Los pólipos benignos suelen retirarse durante la colonoscopia. La cirugía se reserva para pólipos muy grandes o pólipos cancerígenos.
Fuente: Imujer