Mucho se habla de la pubertad precoz en las niñas, lo cierto es que el sexo opuesto también puede experimentarla y con diversos síntomas y problemáticas añadidas. Veamos de qué se trata la pubertad precoz en los varones, a continuación.
La pubertad precoz en los varones
Se considera que la pubertad es temprana en los niños cuando éstos aún no han cumplido los 9 años de edad. Se la conoce como telarquia y lo más notable es el desarrollo de los senos y la aparición de vello púbico.
La pubertad precoz es más común en las niñas, sin embargo cuando se presenta en niños puede afectar al sistema nervioso central, presentado como consecuencia enfermedades relacionadas con tumores y quistes.
Cuando el proceso de pubertad se desarrolla con normalidad, puede que su aparición temprana sea por causas hereditarias o por padecer de algunas de las siguientes enfermedades:
Hipotiroidismo
Pubertad precoz gonadotrofina independiente
Hiperplasia suprarrenal congénita
Tumores secretores de HCG en el hígado
Tumores suprarrenales
Señales de la pubertad precoz en niños
Las señales más notorias de la pubertad precoz en niños son:
Repentino aumento en la altura.
El desarrollo de los testículos y el escroto incrementa su tamaño.
El vello púbico rizado y grueso
Acné
Transpiración corporal con olor.
Cambios en la voz.
El pediatra podría estudiar si se trata de pubertad precoz a través del «estadio de Tanner». La pubertad precoz en los varones podría ser total o parcial; la mayoría de las veces no requiere de tratamiento si bien hay que contemplar los distintos estados emocionales y físicos que involucra para el niño.
Diagnóstico de pubertad precoz
La pubertad precoz en los varones puede detectarse a través de la solicitud de pruebas óseas, analíticas de orina y sangre para comprobar sus niveles hormonales.
Los niños que presentan pubertad precoz pueden sufrir de:
Depresión
Problemas sociales
Perdida de interés en actividades que antes les gustaban
Problemas en la escuela
Cuando un niño tiene síntomas de un desarrollo temprano para su edad, es recomendable consultar con su pediatra; no se trata de alarmarse sino de descartar posibles problemas que de existir y no ser tratados podría ser grave.
Fuente: Imujer