Hay ciertas molestias que solamente nos afectan a las mujeres por nuestra anatomía, y en el caso del dolor pélvico en la zona más baja de la pelvis es algo que puede llegar a convertirse en una verdadera tortura para la vida diaria. Tanto que muchas mujeres no saben ni cómo combatirlo, ni tampoco cómo afrontarlo cuándo se convierte en una enfermedad crónica.
Diagnóstico correcto
El dolor crónico de pelvis al que hacemos referencia no se sitúa en la zona más baja por un mero casual. Resulta que justamente ahí tenemos todas las conexiones nerviosas, y se da soporte a partes vitales íntimas de la mujer como el útero. Además, es precisamente aquí en la que entran componentes que tienen mucho que ver con alcanzar orgasmos.
Pero como son muchas las enfermedades y dolencias que pueden afectarnos en esta zona, no todos los médicos son capaces de detectar a tiempo lo que nos ocurre, ni tampoco de enviarnos al especialista adecuado para tratarlo. Así, muchas mujeres ven como se acumulan los antibióticos, los antihongos y muchos otros tratamientos que no hacen que ese dolor pase.
Especialista en dolor pélvico
Aunque todavía se trata de un especialista poco conocido, lo cierto es que hay una rama de la medicina alternativa que se centra en sanar el dolor pélvico que se ha convertido en crónico. Se trata del terapeuta especialista en la pelvis que es capaz de mejorarlo e incluso curarlo, utilizando técnicas de relajación y ejercicios procedentes de la milenaria cultura china.
Para la cultura asiática, esa zona es de vital importancia. No solamente porque buena parte de la intimidad de la mujer se encuentre en ella, sino porque también es extremadamente sensible y de su salud depende también la fertilidad y la concepción. Y ellos llevan milenios evitando este tipo de dolores que en nuestra sociedad son realmente comunes, mucho más de lo que se piensa.
Si crees que sufres dolor pélvico crónico y que no te han tratado bien, comenta con un especialista la posibilidad de acudir a una de estas terapias. Desde luego, por probar todo aquello que puede mejorar nuestra vida, y alejar el dolor de esta, mejor que no quede.
Fuente: Imujer