Sentado bajo la sombra de un árbol a orillas del Río Nigua, Caliro Peña, mastica tranquilamente un pedazo de pan relleno que acompaña con un poco de jugo. A él no le molesta el mal olor que se desprende de las pestilentes aguas del afluente, y tampoco le teme al rumor de que ahí pueda estar la causa del brote de cólera que afecta a su comunidad, la Loma de Corea, del municipio Nigua, y a toda la provincia San Cristóbal, donde se ha reportado un total de 138 casos en las últimas dos semanas.
«Por allá fueron una gente y llevaron camiones de agua para que uno no tome la del río pero… bueno», dice, mientras observa una familia de cuatro miembros, incluyendo un pequeño de aproximadamente un año, que se baña dentro del afluente. Su comunidad es de las más afectadas por el brote de cólera, junto a Loma de Titón, también en Nigua, y Barrio Nuevo, en Madre Vieja Norte.
Como forma de contrarrestar la situación, las autoridades han realizado operativos de reparto de agua, cloro y jornadas médicas en esas zonas, y decidieron el cierre de los ríos Nigua y Yubaso, según informó ayer el Ministerio de Salud Pública.
Sin embargo, durante el recorrido que realizó DL en la mañana de ayer, no se vio a ningún militar en los afluentes, y los comunitarios dicen tampoco haberlos visto. De lo que sí se dio testimonio fue de las jornadas de salud y reparto de agua potable y cloro, acciones a las que Salud Pública atribuye la reducción de los casos que se logró durante el fin de semana.
La cantidad de pacientes con síntomas de cólera que llegaron al hospital Juan Pablo Pina, de San Cristóbal fueron once, seis de ellos ingresados. El sábado hubo 13 pacientes, lo que representa una disminución de casi un 50%, si se toma en cuenta que el promedio diario durante la semana pasada era de unos 20.
Del total de ingresados ayer, uno se encuentra en Plan C, con deshidratación extrema, según informó Elisabeth Mateo, epidemióloga del hospital. La doctora destacó, sin embargo, que hasta el momento no se han producido fallecimientos.
Letrinas
El Instituto Nacional de Agua Potable y Alcantarillado (Inapa) inició ayer la excavación de hoyos para instalar 47 letrinas en las localidades de Loma de Corea y Loma de Titón, según informó el ingeniero a cargo, Manuel Alcántara.
Hipólito José Moreno, presidente de la Junta de Vecinos de Boca de Nigua, quien destacó la atención de las autoridades ante la situación, estimó en unas 100 o 80 las viviendas que requieren sanitario.