Siempre parece suceder cuando llevas demasiado sin dormir: tu ojo comienza a moverse espasmódicamente. Estos sutiles movimientos pueden durar dos segundos o dos horas, pero de cualquier manera, se convierten en una eternidad.
Pueden ser desconcertantes y muchas personas acuden a la consulta del neurólogo para preguntar qué les está pasando. Pero, en realidad, estos espasmos molestos le suceden a la gran mayoría en un momento u otro. No te preocupes, esto es lo que está sucediendo detrás de tus ojos cansados.
Fasciculaciones
Si eres de los que habitualmente les tiembla esta parte del cuerpo, debes conocer las causas que lo provocan así como las soluciones que existen al respecto. El principal motivo de este tic es el estrés y el cansancio. Sucede, por ejemplo, después de tomar demasiado café. Según explica la doctora Rebecca Taylor a ‘The Time’, se produce sobre el párpado superior, el inferior o sobre ambos al mismo tiempo.
Los que son de tipo nervioso se deben a situaciones de ansiedad puntuales o a una mala gestión de la tensión en general.
“La gente se pone nerviosa con ellos, pero en realidad son benignos, no patológicos en casi todos los casos”, explica el neurólogo de la Clínica Mayo, Eric Sorenson a ‘The Daily Mail’. De hecho, foros como ‘WebMD’ y ‘Quora’ están llenos de preguntas terroríficas sobre ojos desconcertantes e inquietos.
Estas sacudidas son una falta de comunicación eléctrica menor entre el cerebro y el cuerpo, aunque existe una asociación entre las contracciones nerviosas y la esclerosis lateral amiotrófica (ELA) que probablemente haya causado una segunda noche de insomnio para muchas personas que sufren estos tics: “La mayoría de las sacudidas son normales e inofensivas”, explica Sorenso.
Por qué ocurre
Estos contratiempos son similares a lo que sucede cuando enchufas tu teléfono a un cargador y obtienes el ‘zumbido’ para indicar que el dispositivo se está cargando. Varios músculos están obedeciendo una orden cerebral y trabajando juntos para que ese movimiento ocurra.
La causa principal es el estrés. El temblor de ojo es, casi siempre, de tipo nervioso debido a situaciones de ansiedad puntuales o a una mala gestión de la tensión en general. Tiene relación directa con los nervios, otro motivo puede ser el cansancio, sobre todo por exceso de trabajo frente al ordenador o por tomar mucho café u otras bebidas estimulantes.
La gente se pone nerviosa con ellos, pero en realidad son benignos, no patológicos en casi todos los casos.
También puede deberse a un déficit de lágrima en el ojo. En ocasiones la sequedad ocular puede provocar que se irrite la córnea o la conjuntiva, provocando un parpadeo involuntario. No usar gafas o lentillas o llevarlas mal graduadas también puede provocarlo. Además, podría deberse también a algún trastorno del sistema nervioso, como el blefarospasmo, aunque ocurre en un número muy pequeño de casos y sí precisa de atención médica.
Puede prevenirse
Cuando las señales de cansancio y frustración desaparecen, por lo general, los temblores se mitigan o suelen remitir por sí mismos. Por lo tanto, la mejor forma de evitar esta situación, que no es peligrosa pero sí molesta, es intentar controlar y manejar las situaciones de estrés y ansiedad con técnicas como tratar de evitar situaciones frustrantes: controla la ansiedad, practica yoga o algún tipo de deporte y descansa unas ocho horas.
Pese a tratarse de un situación muy frecuente y casi siempre pasajera, deberías acudir a un especialista si duran más de una semana o en algún momento notas que el párpado se queda totalmente cerrado. También si te cuesta abrirlo o notas algún tipo de inflamación, secreción o enrojecimiento.
