Aloe vera
Ideal para las quemaduras de primer grado, el aloe vera se puede aplicar fresco o en gel -e incluso en cremas naturales que lo contengan como ingrediente principal-. Es una planta con propiedades analgésicas, astringentes y ayuda a curar los tejidos. Sin embargo, antes de aplicar directamente el aloe debemos tratar la quemadura con agua fría o vinagre.
En el caso de las quemaduras por el sol, el aloe brinda alivio y una sensación de frescura, y podemos aplicarlo directamente en el momento que sintamos que nuestra piel arde, pica o está tensa.
Miel
La miel es un remedio muy dulce para las quemaduras: se utiliza a menudo para obtener un poco de alivio al dolor que estas producen. Además, al tener propiedades antibióticas, ayuda a desinfectar la piel y sanar más rápido, ya que extrae los fluidos de los tejidos y limpia en profundidad.
La mejor manera de utilizar la miel como remedio es extendiéndola sobre una gasa limpia y colocándola sobre la quemadura. Lo ideal es cambiar las gasas cuatro veces al día para que así cure más rápidamente, aunque tampoco pasará nada si pasamos más tiempo con ellas. Recuerda que antes de poner una nueva gasa debes limpiar bien el área.
Vinagre
El vinagre tiene propiedades antisépticas y astringentes, lo que puede ayudar a prevenir infecciones en quemaduras pequeñas en tamaño e intensidad. También reduce el dolor y ayuda a relajar la tensión de la piel en el área quemada. No solo eso, aplicar vinagre ayuda a curar más rápidamente, ya que actúa en el pH de la piel.
No importa el tipo de vinagre que tengas en casa, bastará solo con diluirlo en agua en una proporción 1:1 y colocarlo sobre la piel quemada. Luego puedes tapar la quemadura con una gasa embebida en vinagre -también diluido-. Cambia el paño cada dos o tres horas para obtener mejores resultados.