«Lo he hecho para demostrar que no hay que tener miedo». La historia de Emily Letts es la de una joven estadounidense de 25 años que estaba esperando un hijo y que, un par de meses después, decidió interrumpir su embarazo.
Lo radical de este caso es que Letts decidió grabar el proceso en vídeo y explicar sus razones. Esto ha suscitado un gran revuelo y polémica en las redes sociales. La idea era romper tabúes y mostrar a otras mujeres que el aborto, especialmente en los tres primeros meses, «no es peligroso y no implica riesgos relativos a la fertilidad en el futuro.
«Esta es mi historia. Solo mi historia. No pretendo que sea nada más ni nada menos. No hablo en nombre de todo el mundo sobre este tema tan sensible y respeto las opiniones de todos. Tener un aborto no te convierte en una mala persona, una mala mujer, una mala madre. Tener un aborto no te hace culpable. Es simplemente un paso más en tu historia reproductiva. Estoy aquí para ayudarte. Todos estamos aquí para ti», explica la joven en su vídeo.
Esta acción ha provocado que muchos colectivos condenen el vídeo y que redes como Twitter se hayan llenado de calificativos como ‘demonio’ o ‘bruja’. Letts ha querido resaltar que su única intención era compartir su historia. El vídeo, de algo más de tres minutos de duración, muestra a la joven explicando sus motivos y en el quirófano.
Fuente:20minutos