La mayoría de las ampollas suelen aparecer en los pies y las manos pero a su vez pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo, comúnmente se generan por alguna quemadura o por el mal uso de algún calzado.
Las ampollas son pequeñas bolsas de líquido, dolorosas y molestas, que se forman en las capas superiores de la piel. El líquido dentro de una ampolla se llama suero o plasma, y aunque por lo general es de color claro, también puede ser de color rojo si la ampolla se llena de sangre, o verde amarillento si se llena de pus, lo que indica una infección.
Por esta razón el día de hoy te mencionaremos algunos remedios caseros que pueden ayudarte a aliviarlas.
Agua con sal
Prepárate una tina o barreño de agua con sal. Pon a calentar unos 5 litros de agua y añade 5 cucharadas de sal.
Cuando el agua ya esté caliente, sumerge en ella los pies. Es posible que te duela, pero a los pocos minutos encontrarás alivio.
Intenta relajarte durante unos 15-20 minutos.
Sécate con cuidado los pies y observa cómo están las ampollas. Si son muy grandes y te va a dificultar poder calzarte, será mejor drenar ese líquido. Hazlo con una aguja esterilizada previamente con alcohol. Aunque por lo general, es mejor no reventarlas. Cicatrizan mejor y no corremos el riesgo de infectar la herida.
El aloe vera
El aloe vera es maravilloso para tratar un sinfín de problemas cotidianos. ¿Rozaduras y ampollas en los pies? No lo dudes, el aloe vera es tu gran aliado.
Lograrás calmar el dolor y el escozor.
Cicatrizará antes la herida.
Las ampollas se secarán antes y dejarán de molestarte al día siguiente.
Bicarbonato de sodio
Lava cuidadosamente tus pies con una tina o barreño de agua caliente. Añade a la misma 5 ramas de romero: es un excelente antiinflamatorio que te ayudará además a eliminar cualquier impureza o bacteria presente en las ampollas o las rozaduras.
Seca con cuidado tus pies.
Ahora coge 200 ml de agua y añade 20 g de bicarbonato y 40 ml de agua oxigenada. Remueve bien. Ha de quedar homogéneo.
Con un algodón, ve humedeciendo generosamente las zonas afectadas. Empapa las ampollas, las rozaduras… Hazlo hasta terminar con todo el tratamiento que hemos hecho a base de agua oxigenada y bicarbonato.
Si lo haces dos veces al día, a la jornada siguiente tendrás las ampollas ya prácticamente curadas y apenas notarás las rozaduras.
Sencillo remedio con ajo
Calienta 5 litros de agua y deja caer 100 gramos de tomillo. Esta planta medicinal es muy adecuada para desinfectar y desinflamar, por lo que este primer paso es necesario para eliminar cualquier impureza de los pies.
Sumerge los pies en el agua y relájate durante al menos 20 minutos. Después, sécate con cuidado.
Revisa tus ampollas, recuerda que si no son muy grandes es conveniente no explotarlas para no infectarlas.
Lo que haremos ahora es picar los tres ajos en un mortero. Una vez bien picados, déjalos caer en dos gasas.
Aplicaremos este remedio con ajos en la zona donde tengas ampollas o rozaduras. Ya sabes que el ajo es un gran antibiótico natural y que nos ayudará a tratar cualquier herida o rozadura.
Permite que actúe durante 15 minutos, para después, retirarlo. No hace falta que te apliques nada más ni que te enjuagues los pies. Dejaremos que las propiedades del ajo vayan actuando.