Los cuarenta años a veces traen sorpresas insospechadas. En este sentido, durante ese relajante momento que dedicamos a la lectura cuando llegamos a esta edad quizás empiece a darnos la sensación de que las letras bailan o que éstas tienen…
Los cuarenta años a veces traen sorpresas insospechadas. En este sentido, durante ese relajante momento que dedicamos a la lectura cuando llegamos a esta edad quizás empiece a darnos la sensación de que las letras bailan o que éstas tienen…