Hay diferentes tipos de embolias. Por eso, no todas se pueden identificar de la misma manera. Te acercamos toda la información sobre la embolia pulmonar para que estés bien informado. ¡Enterate!
¿De qué se trata esta enfermedad?
La embolia pulmonar o el tromboembolismo pulmonar (TEP) es un coágulo de sangre que se forma en el torrente sanguíneo y se ubica en los pulmones. Cuando esto sucede, el aire no puede circular libremente y aparecen las dificultades. Entonces aumenta el ritmo cardíaco porque el corazón debe esforzarse por demás.
Esta es una enfermedad de alto riesgo ya que suele producir muerte cerebral o riesgo de muerte en el 15% de los pacientes que la padecen.
¿Cómo prevenir una embolia pulmonar?
Hay factores que pueden predisponernos a sufrir esta enfermedad. ¡Enterate cuáles son!
Edad
Antecedentes
Cáncer activo
Enfermedades neurológicas
Reposo prolongado en cama u obesidad
Trombofilia congénita o adquirida
Uso de anticonceptivos orales
Fumar
No realizar actividad física
Una vida saludable ayuda a prevenir una embolia pulmonar pero, además de seguir con esos hábitos, deberías consultar a un médico periódicamente.
La mejor forma de controlar tus pulmones es a través de radiografías y tomografías computarizadas.
¡Atención! A no confundir los síntomas…
Una embolia pulmonar no es un ataque de pánico pero la confusión es muy común. De hecho, un tercio de los pacientes suelen ser mal diagnosticados. Los síntomas de la embolia pulmonar son ahogo, agitación, acelaración de la respiración, ansiedad, dolor torácico, mareos, desmayo, convulsiones, piel azulada. Son muy parecidos entre sí pero la embolia afecta a los pulmones primero por consecuencia al corazón. ¡Aprendé a reconocer un ataque de pánico!
IMPORTANTE: La embolia en el embarazo es muy delicada también sobre todo porque no se pueden realizar los chequeos recomendados. Aunque ya conozcas los signos de la embolia pulmonar, no dejes de consultar a un médico al menos una vez por año para prevenir este tipo de enfermedades.