En el artículo de hoy vamos a dar las pautas necesarias para conseguir realizar una limpieza facial perfecta. Nuestra piel sufre mucho durante el día; el sol, la contaminación, el maquillaje, el tabaco, etc. son elementos que acaban dañándola, y es por ello que resulta de vital importancia realizar un cuidado concienzudo, el cual empieza por la limpieza de nuestro cutis.
Seguidamente vamos a explicar algunas de las normas más importantes que deberemos llevar a cabo si queremos conseguir un cutis en perfectas condiciones, sin arrugas y con una salud envidiable.
En primer lugar tenemos que limpiar nuestro cutis todos los días, al ser posible por la noche, ya que los poros se encuentran más abiertos y podremos eliminar todo tipo de impurezas. Hay que acostumbrarse a esta rutina, ya que es la base sobre la que se asienta la salud de nuestra piel.
Otro punto que debemos considerar es el tipo de piel que tenemos. En el caso de tener piel grasa, la limpieza deberá realizarse tanto por la noche como por la mañana y con un producto adecuado.
Siempre realizaremos la limpieza del cutis de dentro a fuera, de forma suave y sin estirar nuestra piel en exceso. Las zonas donde deberemos incidir especialmente son la nariz, barbilla, y frente.
Durante la limpieza utilizaremos agua fría, pero para aclarar utilizaremos agua tibia con el objetivo de que se cierren los poros.