Cuando logras el color de cabello perfecto todo lo demás se transforma para bien: Tu tono de piel se ve más vivo, tus facciones resaltan, y hasta tus ojos brillan más. Pero aplicarse un tinte en un salón profesional puede ser bastante costoso, sobre todo cuando se trata de cambios drásticos. Lo ideal sería que la primera vez que cambies de tonalidad vayas a una peluquería, pero si ya estás decidida a hacerlo en casa, es mejor que sepas estos consejos antes y no después para que tu acabado sea como el de un experto:
– Sé realista: Cambios de tono radicales no suceden de la noche a la mañana. No creas que Gwen Stefani pasó de marrón oscuro a rubio platinado en 24 horas; le tomó varias semanas pasar de un extremo al otro, así que si piensas llevar el pelo a gris como Kelly Osbourne (y tu cabello natural es negro), mentalízate con que no verás el resultado al primer intento.
– Compra más de lo que necesitas: Dependiendo del grosor y largo de pelo, deberías compras más de una caja de tinte para el cabello. Alguien con mucha cabellera como Sofía Vergara, por ejemplo, requiere tres cajas para cubrirlo todo. Es mejor tener de sobra a darte cuenta en mitad del proceso que se te acabó el colorante.
– Usa luz natural: La luz ténue de tu baño no será de mucho ayuda, sobre todo si quieres saber qué tan intenso quedará ese nuevo color de cabello.
– Compra un color más claro del que estás buscando: Este consejo es importantísimo puesto que los tonos que aparecen en las cajas de tintura siempre resultan más oscuros que en la imagen que traen en la parte posterior. La estilista de Rihanna, Ursula Stephens, recomienda que compres uno o dos tonos más claros que el color deseado. Y si buscas verte natural, no escojas colores que sean 2 o 3 veces más claros o más oscuros que tu color de cabello natural.
– A partir de este punto, debes acondicionar siempre: Casi todos los kits de coloración vienen con un tubo de acondicionador profundo. Úsalo luego de enjuagarte el tinte, y a partir de ese momento debes hacerle un tratamiento especial por lo menos una vez a la semana, si quieres preservar el color y el brillo.
– Sáltate la ducha: “Los aceites naturales del cuero cabelludo funcionan como un amortiguador para evitar la irritación”, dice el colorista James Corbett del James Corbett Studio en Nueva York. ¿Traducción? El pelo sucio es ideal para teñir. “También es mucho más fácil separar en secciones el cabello al segundo día de no lavártelo, lo que garantiza una distribución uniforme del color.”
Por último, invita a una amiga a que te ayude… Así se asegurará de que no queden partes sin tintura y además la pasarán de maravilla.