¿Qué es el asma?
El asma es una enfermedad crónica de los pulmones que inflama y estrecha las vías respiratorias. (Las enfermedades crónicas son enfermedades que duran mucho tiempo). El asma causa períodos repetidos de sibilancias (silbidos al respirar), presión en el pecho, dificultad para respirar y tos. Con frecuencia la tos se presenta por la noche o en las primeras horas de la mañana.
El asma afecta a personas de todas las edades, pero por lo general comienza durante la infancia. En los Estados Unidos hay más de 25 millones de personas con asma comprobada. De estas personas, cerca de 7 millones son niños.
Revisión general
Para entender el asma es necesario saber cómo funcionan las vías respiratorias. Las vías respiratorias son tubos que conducen el aire que entra y sale de los pulmones. En las personas que sufren de asma, las vías respiratorias están inflamadas (hinchadas). Esto hace que sean muy sensibles y tiendan a reaccionar fuertemente a la inhalación de ciertas sustancias.
Cuando las vías respiratorias reaccionan, los músculos que las rodean se contraen. Esto las estrecha y hace que llegue menos aire a los pulmones. La hinchazón también puede empeorar y estrechar las vías respiratorias aún más. Las células de las vías respiratorias pueden producir más mucosidad de lo habitual. La mucosidad es un líquido pegajoso y espeso que puede estrechar más las vías respiratorias.
Esta reacción en cadena puede causar síntomas de asma. Cada vez que las vías respiratorias se inflaman pueden presentarse síntomas.
¿Cuáles son los signos y síntomas del asma?
Los signos y síntomas comunes del asma son:
Tos: Por lo general, la tos del asma es peor por la noche o en las primeras horas de la mañana, por lo cual impide un sueño tranquilo.
Sibilancias: Las sibilancias son silbidos o chillidos que se producen al respirar.
Presión en el pecho: Usted siente como si algo le estuviera apretando el pecho o como si tuviera a alguien sentado en el pecho.
Dificultad para respirar: Algunas personas con asma dicen que les cuesta trabajo respirar o sienten como si les faltara el aliento. Usted puede sentir como si no pudiera sacar el aire de los pulmones.
No todas las personas que tienen asma presentan estos síntomas. Y el hecho de tener estos síntomas tampoco indica siempre la presencia de asma. El mejor método de que disponen los médicos para diagnosticar el asma consiste en realizar una prueba de función pulmonar, hacer preguntas sobre los antecedentes de salud del paciente (entre ellos el tipo y la frecuencia de los síntomas) y hacer un examen médico.
El tipo de síntomas que usted tenga, la frecuencia con que ocurran y la gravedad de los mismos pueden variar con el tiempo. Es posible que a veces los síntomas sean apenas una incomodidad. Otras veces pueden ser lo suficientemente molestos como para limitar sus costumbres diarias.
Los síntomas graves pueden ser mortales. Por eso es importante tratarlos en cuanto los note para que no se agraven.
Con un tratamiento adecuado, la mayoría de las personas no presentan síntomas ni de día ni de noche, y si lo hacen, los síntomas son pocos.
¿Qué provoca los síntomas del asma?
Muchas cosas pueden provocar o empeorar los síntomas del asma. El médico puede ayudarlo a averiguar qué factores o «desencadenantes» pueden empeorarle el asma si usted tiene contacto con ellos. Entre esos desencadenantes pueden estar:
Los alérgenos del polvo, el pelaje de animales, las cucarachas, el moho y el polen de árboles, pastos y flores
Los irritantes como el humo de cigarrillo, la contaminación del aire, las sustancias químicas o el polvo del trabajo, los compuestos presentes en productos decorativos para el hogar y los atomizadores (por ejemplo, el fijador para el cabello)
Medicinas como la aspirina y otros antiinflamatorios no esteroides, o como los betabloqueantes no selectivos
Los sulfitos presentes en alimentos y bebidas
Las infecciones de las vías respiratorias superiores, como los resfriados
La actividad física (incluido el ejercicio)
Otros problemas de salud pueden hacer que el asma sea más difícil de controlar. Entre estos problemas de salud se cuentan la congestión nasal, las sinusitis, la enfermedad por reflujo, el estrés psicológico y la apnea del sueño. Estos problemas de salud deben tratarse dentro del plan global de atención médica del asma.