El artista japonés Jun Kitagawa instaló una variedad de cremalleras enormes por todo Japón como parte de un proyecto destinado a revelar a los locales un mundo de fantasía subterráneo bajo sus pies. Las instalaciones interactivas se vieron bajando una pared y en la alfombra de un dormitorio para revelar las tablas del suelo debajo, mientras que otra atraviesa un estanque y crea un bolsillo ilusorio debajo de la superficie.