Cuando no arma un borlote afuera del centro de convivencias frente a la prensa porque no le permiten tomarse una foto con su hijito, Julián Gil habla largo y tendido con la prensa a pesar de que jura y perjura que no hablará más. “Yo ya del tema no voy a hablar”, dijo el actor a un reportero del programa de El gordo y la flaca (Univision) en Ciudad de México. “Ya puse punto y aparte con la carta [que escribí a mi hijo] del tema ya no voy a decir nada”.
Bueno, bueno, no dijo nada pero tan solo por un segundo, pues cuando el reportero le preguntó cómo es que iba el pleito legal que mantiene con su ex, la también actriz Marjorie de Sousa, -con quien Gil aún no llega a un acuerdo para poder ver al pequeño Matías-, ahí si que a Juli se le soltó la lengua, -por suerte esta vez, no lloró-. “Llevo un año y pico esperando que me den una razón para ver a mi hijo y no me han sabido dar la razón”, dijo Gil. “Solo he pedido una razón”.
En lo que se la dan, el artista aseguró que seguirá peleando junto a su abogado. “Él está luchando contra un sistema, [contra] un capricho y muchas cosas que no hacen sentido pero de cambiarlo no”, aseguró. “Al contrario, y además mi abogado se ha convertido en un gran amigo. Es un gran padre”.
Quien seguramente al igual que las autoridades mexicanas le ha aconsejado a Gil seguir pagando la pensión para Matías, a pesar de que supuestamente su ex no ha usado ni un centavo. “[Marjorie] Ya ha recibido mas de 100 mil pesos (5 mil dólares aproximadamente), [ella recibe] 100 mil pesos todos los meses, que no los agarre no es mi problema, yo lo pago, si yo no pago la pensión estaría preso”.