El amor a lo largo del embarazo es algo necesario, también lo es beber agua fresca. En efecto, el bebé se siente como pez en el agua, un elemento que constituye cerca del 75% de su peso corporal. El agua es por lo tanto un elemento indispensable para su vida.
Agua en el embarazo
A lo largo del embarazo, el aumento del peso corporal procede, por una gran parte, de la cantidad de agua retenida en el cuerpo. En efecto, aproximadamente un 60% del peso conseguido está constituido de agua. Las necesidades de agua son por lo tanto muy importantes. El agua garantiza, en efecto, el aumento del volumen sanguíneo maternal, un factor esencial para proporcionar a la placenta una circulación suficiente.
El agua constituye también el elemento mayor de los tejidos fetales y del líquido amniótico que juega un papel fundamental en el desarrollo y la protección del feto. Lo que la madre bebe se resiente por lo tanto directamente en el volumen del líquido amniótico. Por otro lado, hay que compensar las pérdidas inevitables, y totalmente normales, relacionadas con la respiración, la sudoración, la digestión, y la eliminación de orina. Es por eso que la futura madre debe beber mucha agua a lo largo de todo el día.
¿Cuánta agua debe beber una mujer embarazada?
La mujer embarazada puede beber agua del grifo, agua mineral, o agua con gas. Los nutricionistas aconsejan beber agua mineral natural, poco mineralizada, y particularmente pobre en sodio. Pero las aguas ricas en calcio, o magnesio, son las más indicadas para el crecimiento del bebé.
Cuando se está embarazada, las necesidades de agua son importantes, tanto para la madre como para el bebé. Por lo tanto es importante beber mucho más que de costumbre, porque el consumo debe realizarse para dos personas. Es esencial beber incluso sin tener sed, repartiendo las tomas a lo largo de todo el día. Por ejemplo, tomar un gran vaso por la mañana y otro por la noche antes de acostarse, dos vasos a lo largo de cada comida, y de uno a dos vasos de agua cada hora, entre comidas.
Existen algunos trucos para beber más agua. Por ejemplo, puedes colocar todas las mañanas sobre la mesa de la cocina, del comedor, o del despacho, una botella de un litro y medio de agua. Si la botella está vacía por la tarde, has conseguido el objetivo. De otra parte, conviene saber que el consumo de agua puede ser bajo varias formas como sopa, zumo de frutas, infusión, entre otras.
Si estás gestando una nueva vida, recuerda que embarazo y agua son dos cosas que van de la mano. Es importante tener siempre presente que el agua es fuente de vida tanto para el feto como para la madre.
Fuente Imujer