La flema puede adquirir distintos colores según lo que la haya causado, y, como quizás ya sabes, no todas las causas son igual de peligrosas. En los siguientes apartados hablaremos sobre el color de la flema, especificando qué puede significar una flema amarilla, verde, o marrón.
Flema amarilla
Según un artículo del portal Healthline, la flema amarilla se presenta cuando nuestro cuerpo está combatiendo una infección. La flema amarilla se asocia a infecciones todavía recientes y/o que no se han agravado aún.
La flema amarilla puede ser expectorada si sufres de bronquitis, que generalmente empieza con una tos seca que después se vuelve clara o transparente antes de hacerse amarilla. También puedes expectorar flema amarilla por sufrir de neumonía.
Flema verde
Empiezas a expectorar flema verde cuando se agrava la infección o enfermedad que originó la flema amarilla. Este ya es un signo de alerta que has de tomar en cuenta respecto a tu condición.
En el caso de la bronquitis, si la flema pasa de amarilla a verde, eso puede ser signo de que la enfermedad está pasando de bacteriana a viral. Otra enfermedad que se asocia a la flema verde es la sinusitis, así como la fibrosis quística.
Flema marrón
El color marrón de la flema puede indicar que hay restos de sangre en ella. Es posible ver este color de la flema después de haber expectorado flema roja o rosada.
Neumonía y bronquitis bacterianas pueden fomentar la producción de flema marrón, así como la fibrosis quística, la neumoconiosis, y el abceso pulmonar, enfermedad que se caracteriza por llenar de pus una de las cavidades de los pulmones.
Cada color de la flema se relaciona con determinada afección médica, algo muy importante de saber porque te indica qué pasa con tu cuerpo y cuál es la manera más adecuada y eficiente de atenderlo, todo por el bien de tu salud.
