Recuperar estas zonas de la piel, que regularmente están más expuestas a mancharse por el contacto con superficies como mesas, pupitres, paredes o pisos, es muy sencillo, pero como todo requiere constancia.
Los codos y rodillas manchados pueden aparecer por distintos motivos, desde cambios hormonales hasta descuido por suciedad acumulada.
Para tener unos codos y rodillas sin manchas y suaves como los de un bebé, lo único que tienes que hacer es recurrir al poder aclarante natural del bicarbonato y el limón.
El tratamiento es muy sencillo y 100% casero. Disuelve en un recipiente pequeño una cucharadita de bicarbonato de sodio y el jugo de un limón. Esta pasta la debes aplicar con ayuda de un cepillo suave o una esponja en los codos y las rodillas frotando de forma circular.
Deja actuar por unos 10 a 15 minutos y luego enjuaga muy bien. Después de este paso es muy importante que no olvides hidratar tus codos y rodillas, porque el bicarbonato es efectivo, pero puede ser un poco abrasivo.
Otro tratamiento que puedes hacer para suavizar estas zonas es una máscara exfoliante de aceite de oliva y azúcar a partes iguales, puede ser una cucharada y una cucharada. No sólo te hidratará sino que eliminará las capas de piel muerta, contribuyendo a que se aclaren.