Los tratamientos para la piel a base de leche son muy variados, económicos, y aparte tienen múltiples beneficios estéticos. La leche aporta nutrición, mejora la apariencia de la piel en general, por eso ha sido utilizada durante siglos en lugares como Egipto o la India. La leche puede utilizarse sola, o mezclándola con otros ingredientes naturales para aprovechar todos sus beneficios.
Beneficios de la leche para la piel
El ácido láctico que tiene la leche tiene propiedades exfoliantes que permiten actuar sin irritar la piel; mientras que sus grasas naturales actúan como un hidratante. Ayuda a equilibrar el pH de la piel, y con el uso a largo plazo podemos conseguir tener una piel normal -ni muy seca, ni mixta, ni grasa-.
¿Cómo utilizar la leche como tratamiento de belleza?
La leche puede utilizarse de muchas formas para mejorar el aspecto de la piel y también su salud. Es ideal si la mezclamos con un poco de agua tibia como exfoliante para pieles sensibles, o que padecen de problemas como el eczema y la psoriasis.
Para normalizar la producción de sebo de la piel, puedes mezclar harina con leche tibia hasta formar una pasta. Las proporciones dependerán del gusto de la persona, pero debe quedar como una crema espesa capaz de secarse en la piel rapidamente una vez se aplica.
Otra mascarilla se puede hacer con una cucharada de leche, una de miel y una de jugo de limón. Déjala actuar unos minutos antes de enjuagar. Esta mascarilla te permitirá rejuvenecer la piel seca y devolverle su brillo. También te será muy útil utilizar un licuado de seis frutillas con una taza de agua fría y una cucharada de glicerina, especialmente para hidratar la piel en los meses más fríos.
Y si eso no es suficiente, coloca una taza de agua bien fría en 20 grs. de almendras, revuelve enérgicamente y cuela. Coloca sobre toda la piel -incluso en la de las manos-
También sirve para limpiar la piel: coloca un poco en un recipiente, y frotala sobre la piel con un algodón para quitar maquillaje y otras impurezas. Elimina los restos con un pañuelo de papel y seca bien.
Para disminuir las arrugas, si hierves la leche no tires la nata. La puedes mezclar con agua de rosas y miel. Déjala actuar 15 minutos y enjuaga.
Si quieres utilizarla como acondicionador para el cabello, colocala bien fría en una botella con spray, rocía por todo el cabello, deja actuar veinte minutos y luego lava con agua bien fría.