Lo que debe primar en un embarazo sano es una alimentación equilibrada, rica en nutrientes. Y es que una mujer embarazada debe alimentar a dos seres, y por eso debe garantizar el crecimiento y buen desarrollo del bebé. No hay otra alternativa, sino llevar durante los nueve meses de gestación una alimentación sana.
Alimentación saludable para embarazadas
Durante el primer trimestre del embarazo, la alimentación de la mujer embarazada debe aportar unas 2000 kcal al día. En el segundo y tercer trimestre, esta debería subir hasta las 2200 kcal al día.
Lo que debe incluir de 15% a 20% de proteínas, 30% de lípidos, y 55% de glúcidos. Un aporte calórico por debajo de las 1600 kcal al día podría poner en riesgo la vida del bebé. A parte de esto, la mujer embarazada debe encontrar en su alimentación 1000 mg de calcio diarios.
En cuanto al calcio, se trata de un elemento esencial para la formación de los huesos del bebé, lo que significa que es necesario consumirlo durante el embarazo, y este se puede encontrar en grandes cantidades en los productos lácteos.
En materia de proteínas, es mejor elegir las proteínas animales que se encuentran en los huevos, el pescado, la leche, el queso, la carne, entre otros alimentos.
El embarazo requiere igualmente alimentos ricos en hierro. Unos nutrientes esenciales para la producción de los hematíes del bebé. Estos dos elementos son complementarios, por el hecho de que son los que fijan el hierro en el organismo, favoreciendo la fabricación de los glóbulos. También se pueden encontrar en las carnes rojas, el cordero, pescado, hígado de vaca, lentejas, espinacas, espárragos, y almendras.
Para aliviar la sensación de cansancio en las mujeres embarazadas, conviene comer alimentos ricos en vitamina C, como mandarinas, limones, puerros o col. La vitamina C ayuda igualmente al organismo de la mujer encinta a prevenir infecciones.
Alimentos que deben evitar las embarazadas
Los azúcares rápidos están desaconsejados (es decir los alimentos que son capaces de hacer subir rápidamente la tasa de glicemia), tales como los caramelos y los pasteles. Más vale optar por los azúcares lentos, como los cereales, el pan integral, las legumbres y el arroz.
También está imperativamente prohibido consumir alcohol o tabaco por parte de las mujeres embarazadas. Esto puede conllevar el deterioro o la malformación del sistema nervioso del bebé. Las mujeres alcohólicas presentan a menudo cierto riesgo de sufrir un parto prematuro.
El aumento de peso tiene sus límites cuando se está embarazada. Es verdad que hay momentos en los que no se para de picotear, lo que suele ser el principal factor del aumento de peso. Un aumento de peso que supera los 11 kilos (1kg/mes, más 1 kilo para el 8º y 9º mes) hasta el día del parto puede ser peligroso. Conversa estos consejos con tu médico para tener un embarazo saludable.
Fuente Imujer