Sin duda esta es la temporada en la que visitar la playa se convierte en una de tus actividades favoritas, nada más oportuno para esta Semana Santa. Pero, ¿te ha pasado que al salir del agua sientes tu cabello pesado o con una textura diferente? Hay varias razones.
PH elevado: A los cabellos normales y secos no les sienta nada bien el elevado pH -7 u 8, (aproximadamente) del que se compone al agua de mar ya que les resta brillo, consistencia y elasticidad.
Sal: Esta constituye al 80% del agua de mar; actúa como diminutos cristales ardientes, que concentran y magnifican los rayos solares sobre tu cabello causando el daño. Por ello si seguirás exponiéndote al sol, enjuaga muy bien tu cabello con agua dulce.
Cloro: Aunque en menor cantidad de la que puedes encontrar en una piscina, el agua de mar también contiene esta sustancia, la cual se enlaza con el folículo piloso quitándole los aceites naturales que lo protegen y nutren.
Contaminación: Como bien sabes el agua de los mares en nuestro país se encuentra muy contaminada por los diferentes desperdicios tóxicos de empresas o por las mismas personas que acuden a las playas. Son justamente esos restos los que se quedan en tu cabello alterando la queratina y degradando su melanina.
Arena: Si bien no es tal cual un componente del agua de mar, sí es parte de lo que se queda como residuos en tu cabello. Al momento en que lo desenredas o manipulas puedes provocar que este se quiebre ya que el peso de la arena se encuentra acumulado en él.
lo único que debes hacer es prevenir, aplica antes de ingresar al agua de mar un acondicionador o aceite que ayude a protegerlo, puedes usar un gorro de natación o trenzarlo para evitar que las olas o la arena lo quiebren, también te recomendamos aplicarte mascarillas que le ayuden a volver a su estado saludable, las naturales realizadas con plátano y miel, aguacate, aloe vera funcionan perfecto para devolverle la hidratación.