El vapor es un elemento que presenta muchas propiedades de uso en la cosmiatría natural. Además del tratamiento de la piel del rostro es un beneficioso tratamiento para el cuerpo y la salud en general, ya que, entre otras virtudes, descongestiona las vías respiratorias.
POR QUÉ RESULTA BENEFICIOSO
El vapor dilata los poros de la piel. De esta manera, impulsa la transpiración y favorece una limpieza en profundidad. Al abrirse los poros, la eliminación de granos y puntos negros se hace muchísimo más fácil de realizar. Esto, además, permite la eliminación de las células muertas de la epidermis. Usar una mascarilla de vapor no sólo beneficia a las mujeres. En el caso de los hombres, alisa y suaviza la piel de su rostro y por lo tanto les permite afeitarse mejor. Y para los adolescentes, resulta un tratamiento adecuado para un problema tan común en esa etapa como lo es el acné.
EL TRATAMIENTO PASO A PASO
* Antes de iniciarlo, elimine todo el maquillaje del rostro y cuello.
* Hierva un litro de agua.
* Vierta en un recipiente, y añádale una cucharada de bicarbonato de sodio (puede reemplazarlo por sal de cocina).
* Opcionalmente, puede incorporar también unas pocas gotas de esencias tales como pino, menta o eucalipto, que relajan el rostro y ayudan a la respiración de la piel.
* Acerque el rostro al vapor del agua caliente, cubriendo su cabeza con una toalla.
* Manténgase en esa exposición durante un máximo de diez minutos.
* Enseguida, proteja sus dedos con una gasa o un pañuelo para evitar toda posibilidad de infección y proceda a eliminar los granos y puntos negros de su rostro.
* Deje reposar la piel durante al menos quince minutos y luego aplique alguna crema refrescante. Para conseguir un resultado realmente eficaz, puede repetir este tratamiento cada quince días.
OTRA ALTERNATIVA: EL BAÑO DE VAPOR
Tomar un baño de vapor permite una limpieza profunda de la epidermis corporal dejándola lisa y aterciopelada. Y por otra parte desarrolla un efecto calmante sobre el sistema nervioso porque permite una relajación total.
• Antes de comenzar, dése una ducha rápida y séquese bien para mejorar la transpiración.
• Deje que el cuarto de baño se llene de vapor, y luego permanezca sentada o recostada en posición muy relajada durante 15 minutos.
• Puede terminar con una ducha fría, tonificante. Y espere diez minutos antes de vestirse.
Fuente: Revistabuenasalud