El estrés afecta nuestros sentimientos, la manera en que actuamos y además se refleja en nuestro cuerpo y daña nuestro organismo. Si pensabas que el estrés solo causaba mal humor y cansancio, ¡estabas equivocada!
Se manifiesta también en la apariencia del cuerpo y puedes lucir una piel sin vida, deshidratada o con acné a causa de ello. Mira con detalle algunas de las consecuencias del estrés para la salud de la piel a continuación:
Acné
Ya estamos lo suficientemente preucupadas por nuestra rutina como para tener que ocuparnos del acné. ¿Pero has notado que siempre aparece cuando estamos más estresadas? Siempre ocurre antes de un gran evento o incluso una cita y se debe al mismo estrés.
La sobreproducción de la hormona del estrés – la hormona cortisol- ocasiona brotes de acné debido a la piel grasa que genera y además interfiere con la capacidad del cuerpo de regular la inflamación.
Para lidiar con ello lo mejor es optar por cremas para la piel con antiinflamatorios naturales como té verde o manzanilla. Y también con un protector solar natural de óxido de zinc que ayuda a reducir la grasitud del rostro.
Deshidratación
Otra gran consecuencia del estrés es la deshidratación de la piel, pues interfiere con la capacidad de la piel para retener la humectación. Si suele pasarte a menudo que tu piel se ve seca y sin vida cuando estás muy ocupada con asuntos de trabajo, lo mejor es que cambies a una crema que contenga humectantes derivados de plantas como el ácido hialurónico, aceite de aguacate o aloe vera.
De esta forma, ayudarás a lubricar e hidratar la piel, mejorando no solo su apariencia sino su capacidad de funcionar como escudo natural frente a toxinas y bacterias.
Arrugas
Todas odiamos a las arrugas que reflejan el paso del tiempo. Pero una excelente forma de evitarlas es reduciendo el estrés. La hormona cortisol ocasiona que los niveles de azúcar en sangre se disparen, lo que posibilita que se forme piel suelta y arrugas profundas.
Para mantener estables los niveles de azúcar en sangre y mantener una piel joven y elástica, cuida también tu alimentación: evita los carbohidratos refinados como la comida chatarra o el pan y consume más vegetales, frutas, granos enteros y frijoles. Y debes beber mucha agua.
Menos colágeno
El colágeno es lo que nos ayuda a mantener una piel elástica, joven y atractiva. Sin embargo, el estrés y el aumento de los niveles de epinefrina, otra hormona del estrés, ocasionan que se contraigan los vasos sanguíneos, reduciendo el flujo de oxígeno y nutrientes necesarios para la fabricación de colágeno.
Para evitar que esto suceda, lo mejor es mantener tu rostro en movimiento con ejercicios para el rostro que puedan restablecer una buena circulación en la piel.
Descuidos
También suele suceder que, al estar tan ocupadas y enfrascadas en la rutina, no tenemos tiempo para preocuparnos por nuestro aspecto y mucho menos mantener la salud de nuestra piel. Y por eso tendemos a dormir con maquillaje, nos olvidamos de humectar el rostro o cometemos malos hábitos dañinos para la piel.
Cuando estamos en esos momentos en los que se hace difícil mantener una rutina de belleza y cuidar de nuestra piel, lo mejor es acudir a un salón y hacernos una mascarilla facial profesional. No solo te sentirás cuidada y mimada y reducirás los niveles de estrés sino que podrás revitalizar tu rostro y con los resultados te comprometerás a mantener una buena rutina.
Fuente Imujer