El boricua se reportó a los campos de entrenamiento de los Yankees en busca de ganar su primer anillo de Serie Mundial, a la misma vez que ayudaría a Jeter a retirarse en la cima de la Mayores.
Camino a las puertas del retiro, a meses de cumplir 40 años y con unos Yankees mejorados en papel, Derek Jeter muy bien podría participar en su octava Serie Mundial y ganar una sexta sortija para cerrar su ilustre carrera en la cima de las Grandes Ligas.
Para el boricua Carlos Beltrán, tres años menor que Jeter, sería apenas su segundo clásico de otoño en busca de un anhelado primer campeonato que lo evade por 16 campañas.
Así las cosas, el manatieño se reportó ayer a su primer entrenamiento primaveral con Nueva York -tres días antes de la fecha mandatoria- para prepararse a ser uno de los bates que rellenará el hueco dejado por Robinson Canó, ayudar al capitán a que tenga una despedida bañado en champán, y de una vez poder lucir un anillo en su dedo.
“Con suerte, podemos ayudar a este equipo ganar un campeonato”, dijo Beltrán al New York Post después estrenar en el complejo de ligas menores de los Yankees en Tampa. “Sé que él (Jeter) tiene muchos campeonatos. Pero yo no tengo ninguno. Con suerte, puedo ganar uno”, añadió.
Beltrán no practicó ayer con Jeter, pero lo calificó como gran parte del béisbol y entiende que su partida será triste para el deporte, a la misma vez que ve una camada de talentos en busca de tomar el puesto del estelar campocorto.
“Poder jugar con un persona que es un ‘hall of famer’ de primera boleta, es grandioso. Espero con ansias jugar con él y poder llevar a este equipo al título”, comentó sobre Jeter a The Associated Press.
Beltrán se unió a los mulos del Bronx por tres años y $45 millones en la temporada muerta, como parte de los $500 millones gastados por la ilustre franquicia para mejorar la plantilla que ahora incluye a Jacoby Ellsbury, Brian McCann y el lanzador japonés Masahiro Tanaka.
El desembolso de la billetera fue en respuesta por quedarse fuera de la postemporada por segunda vez desde 1995.
“Claro que tenemos que ganar. No sé cuán lejos lleguemos, pero al menos tenemos que hacer algo positivo o mejor de lo que hicieron el año pasado. Miro al equipo, miro nuestra situación, los jugadores y tenemos buen chance. El año pasado, experimenté estar en la Serie Mundial con los Cardenales, y fue un gran sentimiento. Una vez juegas ahí, quieres ir todos los años”, opinó Beltrán luego de pasar más de una hora en la práctica de bateo y en los jardines, además de fildear en segunda base con el nuevo intermedia Brian Roberts.
Beltrán bateó para .296 con 24 jonrones y 84 impulsadas en 145 juegos en su último año con San Luis, que perdió la Serie Mundial en seis juegos contra los Medias Rojas de Boston.
Su enfoque será jugar inteligente para evitar una lesión en la novena donde deseó jugar desde niño.
“No quiero verme pensado demasiado o tratando mucho de venir aquí a impresionar. No tengo que impresionar a nadie. Solo tengo que ser listo. Sé que si estoy saludable, al final del año, todo estará ahí”, aseguró.
También confía en que las caras nuevas pero veteranas tendrán química y se ajustarán en una división tan competitiva como el Este de la Liga Americana.
“No es que estás bregando con un montón de jóvenes que probablemente no saben qué tienen que hacer para nosotros. Sabemos de lo que somos capaces. Solo necesitamos encontrar una manera de venir al parque y acostumbrarnos a cómo juegan, los Yankees y su filosofía”, indicó.
Fuente:Elvocero