Ingerir vitaminas es vital para todas las etapas de nuestra vida, pero especialmente durante el embarazo debido a que la exigencia de nutrición varía un poco al gestar una nueva vida. Entérate a continuación de las razones por las que debes tomar vitaminas prenatales:
Las vitaminas prenatales son ricas en vitaminas y minerales especialmente importantes como el ácido fólico, el hierro y el calcio.
Ácido fólico
Este ácido previene defectos en la formación del tubo neural que afectan la médula espinal y el cerebro. Los defectos del tubo neural se desarrollan en los primeros 28 días después de la concepción, esto es antes de que las mujeres se den cuenta que están embarazadas; por esto es recomendable que si estás manteniendo relaciones sexuales tomes 400 microgramos de ácido fólico diariamente hasta las primeras 12 semanas de embarazo.
Puedes encontrar el ácido fólico en los vegetales de hojas verdes, nueces, frijoles y frutas cítricas, pero es mejor que tomes pastillas para reforzar solo por seguridad.
Calcio y hierro
Debido a que al estar embarazada tu bebé necesita calcio para crecer y tú también lo necesitas para tener huesos fuertes, es importante que ingieras mucho calcio pues de lo contrario podrías perder tu propia densidad de los huesos y sufrir osteoporosis.
El hierro es importante para mantener en buen estado la sangre de madre y bebé. Encontramos el calcio y el hierro en los productos lácteos, espinacas, col rizada, cebolla, berro, lentejas, almejas, hígado y la soja.
¿Qué deben contener las vitaminas prenatales?
Las vitaminas prenatales deben tener al menos:
400 microgramos (mcg) de ácido fólico
400 unidades internacionales (UI) de vitamina D
200 a 300 miligramos (mg) de calcio
700 mg de vitamina C
3 mg de tiamina
2 mg de riboflavina
20 mg de niacina
6 mcg de vitamina B12
10 mg de vitamina E
15 mg de zinc
17 mg de hierro.
En algunos casos el médico puede otorgar una receta para cierto tipo de vitamina prenatal.
¿Qué hacer si las vitaminas prenatales te dan náuseas?
Si esto te sucede, habla con tu médico par que te de otro tipo de vitamina prenatal, por ejemplo masticables o vitaminas líquidas. Si eres muy renuente a tomar estas vitaminas fuera de su estado natural como son los alimentos, puedes acudir con un nutricionista para que te asesore en ingerir una dieta prenatal que cubra todos los ingredientes de tu vitamina prenatal.
Si estás en posibilidades de quedar embarazada no dudes en tomar estas vitaminas ni en ingerir los alimentos que las contienen para que tanto tú como tu bebé puedan pasar un embarazo tranquilo y saludable.
Fuente: Imujer